EL tipógrafo Alfonso Menéndez, compañero de tantos años y atento siempre al bazar tipográfico del mundo, nos envía estos tres linques (¿o deberíamos decir línquenes?). En el primer caso, libros acopiados por un amigo. Hay de todo aquí, mucho bueno. Se muestran, en el segundo, algunos objetos y alfabetos curiosos. Y en el tercero, un chibalete alzado, la ciudad de Minerva. Acaso tengas tiempo de pasearte, hoy sábado, por este pequeño mercado persa en el que lo más grato de todo, el olor de las especias, es gratis.
¿Enlaces? ¿Correspondencias, como si fuésemos a Nuevos Ministerios? ¿Pasadizos? ¿Conquistamos la Red, ya que no estamos pa otras cosas?
RépondreSupprimerCuriosas las portadas de los libros. Y las contraportadas. Se puso de moda incluir en éstas últimas la foto del autor. ¿Y por qué?
RépondreSupprimer¿Qué tiene que ver lo que se lee -la narración, la poesía, el ensayo...- con la nariz del autor (recta o aguileña), con sus ojos (azules o marrones), con la presencia o no de hoyuelo en su barbilla...?
Nada.
¿Qué tiene que ver lo que uno lee con que el autor sea guapo, feo o del montón?
Nada.
Los libros deben venir sin foto, porque lo que cuenta es el contenido, el texto. Y para nada la jeta, el careto de quien lo escribió.
Qué maravilla la Manhattan Type City, qué nostalgia las viejas imprentas, recuerdo las máquinas donde se escribían las líneas de plomo con una gran vasija hirviente y una barra de plomo derritiéndose. Son unos objetos increíbles. Y las cajas con los tipos móviles, el tipógrafo tiene algo de ebanista, volverán los libros artesanales junto a los digitales, como un antídoto. Gracias por los enlances nutritivos.
RépondreSupprimerMuy buenos enlaces, arte tipográfico a raudales, composiciones ingeniosas y el Type City una pasada
RépondreSupprimerSaludos