HA leído uno la información en El País, que le dedica periódicos y sonados bombos todos los primeros viernes de cada mes, quiero decir, que no es sospechoso de ser tendencioso en esto, y si no lo he entendido mal, la cosa es como sigue: Antonio López, a un tiempo el más figurativo de nuestros pintores abstractos y el más abstracto de nuestros figurativos, pintará por 190.000 el retrato del señor Álvarez Cascos, quien siendo ministro de no sé qué le encargó al citado pintor los melones de la estación de Atocha, "uno de los trabajos más maravillosos posibles", a juicio del propio autor, que no sabemos lo que cobró por ellos ni si lo cobró, como hará ahora, a través de la galería Marlborough, dirigida en su día por María Porto, hoy señora de Cascos. ¿Qué queréis que os diga, amigos? Ha habido tramas que han empezado por menos.
Felipe Benítez Reyes adelantó en Fbook su glosa: " Hay quien lo tilda de genio. [Y qué bien elegido aquí ese tildar, que según se mire y quien lo diga, en la hipérbole asoma siempre el escarnio, y nada tan triste como ser tildado de genio, no siéndolo]. Puede ser, quién sabe, ya que la genialidad no está sometida a un patrón, y generalmente la condición de genio suele otorgarse desde tribunas periodísticas. La duda que a uno le entra es la siguiente: ¿Puede un genio razonar como un bobo?", se preguntaba un FBR perplejo, supongo, ante el razonamiento de un pintor a quien le parece ridículo que nos quejemos de tener que pagarle (se los pagamos todos) 190.000 eurillos de nada, precisamente ahora que nadie estafa por menos de 24.000 millones.
López oye que lo llaman genio y que se le compara un día sí y otro también con Velázquez como lo oyó Zuloaga y otros antes que él, acaso con más mérito, y tiene razón en lo de los 190.000 euros. Todos los encontraríamos pocos y bien empleados si pensaráramos de verdad que, como dicen los periódicos, es un genio.
Bueno, basta. De dinero que hablen ellos, que son los que entienden de eso.
Incluso se le han quitado a uno ahora las ganas de abordar esa estúpida costumbre tan siglo XIX, según la cual todos los "cargos" tienen derecho, tras su ejercicio del poder y de una manera indiscriminada, a ser "inmortalizados" por un pintor. ¿Es que se supone que todos ellos lo merecen? ¿No es más cierto que a la mayoría de ellos, por fortuna, los olvidamos apenas dejan su cargo?
Hace unos días se vio uno esperando unos minutos en un pasillo de la Biblioteca Nacional en el que había colgados una docena de retratos de directores de esa institución, todos ellos con su pomposa cartela. En ella figuraba el nombre del director correspondiente y el del pintor que lo pintó. Le dio tiempo a uno a ver diez de esos retratos, y he de confesar, no menos perplejo que nuestro amigo Felipe, que de los veinte, diez y diez, no reconocí ni a uno solo de los Cascos ni a uno sólo de los López.
Seguimos con el capitulo " la mafia de las concesiones " , al menos nos enteramos de estos desmanes y bueno otra " pirula " .
RépondreSupprimerAbomino de Lopez como genio de la pintura y como persona sus declaraciones me parecen hierentes hacia la sociedad española , en fin lacayismo y dinero.
Encima hay mogollón de jetas enmarcadas , un " paseo de la fama " casposo y diferent.
Chao
Lo caro no es la mano de obra sino la pintura, pues aunque los Cascos sean ligeros el Cabezón es grande.(López)
RépondreSupprimerSe inscribe en la inercia del despilfarro que nos ha conducido a la actual situación de ruina. Desde los aeropuertos sin aviones a los AVEs que conviven con trenes borregueros, pasando por la "Ciudade da Cultura" de Santiago de Compostela, la "Casa de las Lenguas" de Cataluña, las obras elefantiásicas encargadas a arquitectos de postín, los viajes a Marbella del presidente del CGPJ, la vuelta al mundo con cargo al erario público del Síndic de Greuges (¡defensor del pueblo!) catalán, los coches (y chóferes) oficiales a tutiplén, las absurdas televisiones autonómicas, la multiplicación de administraciones (Estado, 17 CC.AA., diputaciones provinciales, ayuntamientos) con competencias superpuestas y gastos de personal disparatados... En suma, todo lo que nos ha llevado al colapso y la ruina. Pero lo más triste es que no aprendemos y buen ejemplo es el cuadrito en cuestión.
RépondreSupprimer(desde zumo-de-poesia.blogspot.com
AITOR SUÁREZ)
Muy bueno, todo. Incluso el comentario de M.
RépondreSupprimerEso son aristocacicadas. El pueblo absorto inmortaliza a sus héroes. Saludos
RépondreSupprimero como diría el pueblo: otra ominosa ignominia.
RépondreSupprimersi por un cuadro que nadie va a ver cobra esa pasta lo que se habrá embolsado por los cabezones (que tanto recuerdan por cierto a Cascos) que contaminan aún más Atocha
Aquí el tema está en que es dinero de todos y no es momento, no en si es caro o barato. El Planeta da una pasta a novelas mediocres, pero es dinero de una empresa y pueden hacer con su dinero lo que quieran. Ahora bien, el dinero público es otra cosa en estos momentos. Lo de si es genio o no es genio, o si es caro o no, son razonamientos que sobran. Es un pintor notable y puede valorarse económicamente como se quiera, quien quiera que lo pague. El problema aquí está en que tengamos que pagarlo todos sin ser consultados. No me parece mal que este señor cobre esa cantidad por pintar un cuadro, además (seamos sinceros) no pinta mal y le dedica su tiempo (cosa que otros no hacen). La queja debe ir a los políticos, que despilfarran dinero público en estas cosas. Solución: que se suspenda el asunto y que Cascos se pague de su bolsillo el cuadro, no es momento para gastar en estas cosas. Polémica zanjada.
RépondreSupprimerEl asunto se presta a infinidad de lecturas. Incluidas las tramas, como la de Calatrava en Valencia, que dio "cobijo" en su estudio a quien había sido Consejero de Cultura en la Comunidad. Lo de López en relación a Calatrava es "calderilla", con perdón.
RépondreSupprimerAl margen las tramas que haya que desenmascarar, lo que subyace como gran problema de fondo es la relación Estado-Cultura. Es absolutamente improcedente el encargo a López, porque es sabido el precio de sus obras. Pero ahí quedará. Una cantidad cercana la empleó el alcalde de Valladolid el pasado trece de mayo para un festejo taurino. Y los festivales de teatro, música, danza que se nos avecinan, ¿de donde sale el parné?. Porque del cine, ni hablamos. Denunciemos las tramas, pero no hurguemos en los dineros del arte porque terminamos vendiendo Las Meninas. La Cultura en general ha tenido una
dependencia histórica con el Estado, en este país.
el precio fatal, pues el Genio debería regalarlo, pero el Artista para Cascos no está del todo mal elegido:quién mejor para una de esas naturalezas muertas de salón mediopensionista, un jabalí yacente en sus postreras dentelladas
RépondreSupprimerNo entiendo que Antonio López no entienda que la gente se escandalice porque nos vamos a gastar 190.000 euros –con la que está cayendo, en efecto- por un retrato del ex ministro del PP, Alvarez Cascos. A lo que parece Antonio López se ha dado por aludido respecto a sus honorarios, pero el asunto, a mi entender, no va por ahí. Si el ex ministro Blanco, del PSOE, autorizó este gasto ello quiere decir que él mismo está pensando en hacerse retratar por David Hockney por lo menos. Lástima que Lucien Freud haya fallecido.
RépondreSupprimerVí la película El sol del membrillo y el hombre pintando me cayó simpático, sus esfuerzos por pintar, la familia que le llevaba un abrigo para que se lo probase. Ahora con este asunto, pienso que como se pague esa cantidad los membrillos vamos a ser los españoles. Estoy dispuesto a pagar de mi bolsillo unos retratos en fotomatón y un marco de Ikea y los 190.000 euros que los dediquen a un fin más digno, para la sanidad por ejemplo
RépondreSupprimerCon fondos de ayuda al desarrollo se hizo esto:
RépondreSupprimerhttp://cultura.elpais.com/cultura/2008/11/11/actualidad/1226358002_850215.html
Eran otros tiempos.
Si lo nombrarán pintor de la corte, como a Velázquez, saldría todo más barato, aunque no tan hermoso.
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