26 juillet 2011

Capricho extremeño

Querido Miguel Ángel Lama:
Me envía Álvaro Valverde tu escrito de ayer sobre Capricho extremeño. Creo que llevas razón en él, y es estupendo. Vaya por delante mi gratitud. 
Es verdad que se han quedado algunas entradas fuera, pero también tendría razón Luis Sáez, si le oyéramos. Él ha puesto el acento más en el paisaje que en el paisanaje, en la parte más amable de aquel, evitando las aristas de este. Si reparas, los ejemplos que citas lo son todos de cierto cerrilismo, no exclusivo de Extremadura. Y eso ha sido así, parece patente, porque Luis Sáez debió de considerar que una editora costeada con dinero público no era el lugar idóneo para publicitar esos aspectos críticos, y yo en el fondo se lo agradezco, cansado de dar explicaciones de parte a quienes jamás han mostrado el menor interés por el todo ni se molestarán en leer en los libros originales de donde proceden tales fragmentos. En cualquier caso fui respetuoso con su decisión como lo fui en su día con la vuestra para un librito en el que tales fragmentos tenían un peso a mi modo de ver un poco exagerado, descompensando o cargando las tintas en una visión de Extremadura en exceso ríspida. En cuanto al prólogo, las razones por las que se excluyó, son de mi sola incumbencia, pero también muy razonables, aunque me produce un grandísimo tedio darlas a conocer a estas alturas. Escrito está y escrito quedó en la primera edición. Y diría “el diablo se lo lleve”, si no fuese porque, siguiendo el consejo de Nietzsche, no hemos de  levantar jamás un falso testimonio contra la vida. 
Y con todo, eres muy generoso con el libro y con el trabajo de Luis Sáez, como también lo fueron en su día el propio Valverde y García Martín, y yo me alegro de ello, y habrás encendido en algunos el deseo de leer ambos, convirtiendo la primera edición, agotada hace diez años, en algo codiciado por los que buscan rarezas bibliográficas. Y lo que tenga de bueno este se deberá a lo que tuviera de bueno aquel, y si el primero hace bueno al segundo, este también hace bueno al primero, si acaso le está permitido al autor hablar de este modo de ninguna de sus obras, saltándose a la torera el decoro. Por otro lado, quizá conozca una tercera edición, y entonces podrán incorporarse esos fragmentos orillados a los que te refieres y otros nuevos, reunidos por todos vosotros en la mayor armonía.  
Un fuerte abrazo.
A.
(Foto: Las Viñas, marzo 2011. Rafael Trapiello)

5 commentaires:

  1. Acabado hace nada, ¿una hora?, "Apenas sensitivo" contemplo emocionado esta foto. Por fin después de tantos tomos del "Salón" no me imagino Las Viñas, sino que veo un pedacito. Sé que no pillo de la misa la media sobre el asunto de la entrada, aunque intuyo vagamente que se trata de alguna selección de textos de tu autoría sobre Extremadura, selección no realizada por ti sino por Luis Sáez.
    Mi opinión no vale un ardite, lo sé, pero como no extremeño, sino castellano de la levítica Segovia (jeje), mi impresión es que no sale tan mal parada Extremadura. Que hay ejemplos de actitudes o reacciones poco edificantes...? Sï claro, pero como los habrá en Madrid, París, Segovia, o en el Aconcagua. Quiero decir que no se trata tanto de una cuestión generalizada, sino de una cuestión de individuos.

    RépondreSupprimer
  2. Querido Andrés:
    Muchas gracias por tus líneas. La intención de las mías en mi blog ha sido que se difunda una excelente edición, un buen libro. Te felicito otra vez por ello. En cuanto a los textos, no hay una voluntad de crítica por mi parte ante la decisión de eliminarlos; el trabajo de Luis Sáez, como siempre, es impecable y responsable. Mi afán al comentar estos aspectos es dar cuenta de una lectura también responsable por mi parte y destacar los valores del trabajo literario y editorial que hay detrás de un libro así. Lo que no comparto es que se tenga tan en cuenta a quienes, como tú dices, nunca han mostrado interés por el todo y se quedan en la mera superficie, desde donde critican cuando la mirada respetuosa de un escritor se centra en ciertos aspectos menos amables. Lo dicho, felicidades.

    RépondreSupprimer
  3. Cervantino amaneces en tu prosa de hoy, amigo Andrés, amable y comprensivo con todo quisque. Ahí te quiero ver.

    RépondreSupprimer
  4. ¿Saltarse a la torera el decoro? Bueno, si se trata de Capricho extremeño, capricho del destino extremo quizás, capri de dieux al cabo, isla de Capri a la postre, pues entonces... si non e vero, e bon trovato, o algo así.

    RépondreSupprimer
  5. ENtre los textos de A.T. y los retratos de R.T.,dejaremos de ser la España profunda para ser la España transitada.Gracias.

    RépondreSupprimer