18 mars 2012

El tesoro del pajarero (2)

SE dedica la segunda parte del Tesoro del pajarero a las aves de pajarera o canto. 
Una prueba dificilísima para todo poeta es hablar del ruiseñor sin afectarse. El anónimo autor de este Tesoro lo describe así, y por eso decíamos ayer que tanto o más placer nos causa oír al ruiseñor cantando en su boscaje umbrío que tenerlo ante los ojos en la página de un libro como este:
"El ruiseñor franco es un pájaro más pequeño que el gorrión; pero mucho más ligero que este, y tan célebre por su canto que no hay otro que le esceda en dulzura de voz, ni en la variedad de tonos y gorgeos. Tiene el pico largo, flexible y pardusco, y cuando lo abre se le ve una ancha boquera de color amarillo anaranjado: la pluma de la cabeza, cuello y espalda es de un color moreno oscuro, y la garganta, pecho y vientre cenicienta.
"El macho canta con suma gracia, pero la hembra es muda. Los ruiseñores que se han cogido en los bosques, sólo cantan en abril y mayo: los que se han criado en casa desde pequeñitos cantan desde diciembre a mayo, y en este último mes suelen cantar de día y de noche, de manera que algunos se revientan (...) Se conoce que el ruiseñor es macho, cuando en las dos o tres plumas del ala se perciben los estremos negros; en las patas, que miradas al trasluz parecen encarnadas; y sobre todo en el cantar, que es la señal más cierta (...) El que habita en los campos canta durante toda la primavera, y cesa de cantar luego que empolla; el que se cría en jaula canta siempre aun durante la noche, y aprende a silvar y a imitar a los demás pájaros si le enseña".
Como no podía ser de otro modo en quien tiene tanto. La señal más cierta.
                              (Continuará)



9 commentaires:

  1. y si es así que canta el macho con suma gracia pero es la hembra muda, ¿no habrá de inferirse de ello que es la Naturaleza, más el panteísmo admirativo que a veces la glosa, en extremo inicua en este punto que hasta por género reparte dones sin ton ni son, y pocas veces mejor dicho esto, pues se pierde así no solo un canto sino quizás una muy bella palabra: la ruiseñora.
    saludos

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  2. Si algo no puede de ningún modo decirse de un don como el que nos ocupa es que haya sido repartido "sin ton ni son", ya que precisamente tanto tiene, de lo uno como de lo otro. Lo que ocurre es que la Naturaleza se ocupa aquí del ruiseñor antes que de nuestros gustos; y no debe haberlo hecho tan mal hasta ahora, atendido el que 1) existe el ruiseñor, gracias a ella (¿a quién si no?), y 2) se ha mantenido hasta hoy, para que podamos disfrutarlo. No seamos injustos con ella, ya que le debemos tanto.

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  3. Me permito recomendar aquí trozos de uno de mis poemas favoritos, porque va de un ruiseñor y su canto eterno y porque el poeta lo escribió sin afectación. Y sobre todo porque otro poeta nos da la oportunidad, tan generosamente:

    Ode to a nightingale.

    " My heart aches, and a drowsy numbness pains
    My sense (...)" .

    Me gusta especialmente la penúltima estrofa que empieza:

    "Thou wast not born for death, inmortal Bird (...)
    The voice I hear this passing night was heard
    In ancient days by emperor and clown (...)
    The same that oft-times hath
    Charme'd magic casements, opening on the foam
    Of perilous seas, in faery lands forlorn.

    "Forlorn! the very word is like a bell."

    Cuando llego a Forlorn, que es el comienzo también de la última estrofa, yo que sí soy afectado, casi siempre tengo el corazón en la garganta, que estoy a punto de escupirlo de la emoción.

    Sobre ruiseñores es un placer, siempre, hablar, casi se podría decir de ellos lo mismo que le decía la madre de JRJ sobre la rosa...
    Un saludo.

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  4. Sobre lo de "hablar del ruiseñor sin afectarse", recuerdo un haiku de José Cereijo, incluido en su libro (de haikus, precisamente) "La amistad silenciosa de la luna". Dice así:

    El ruiseñor
    no conoce su nombre;
    tan sólo canta.

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  5. Por cierto: entiendo que, en la frase en la que AT habla de lo difícil que es "hablar del ruiseñor sin afectarse", no se quiere decir (como parece entender el anónimo) "sin que uno mismo sea afectado por lo que se diga", sino "sin resultar afectado" al hacerlo, sin subirse a la parra, vamos. Sin la deseable naturalidad.

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    1. YO también entendí así la frase de T. sobre escribir sin afectación. Pretendía precisamente hacer como un juego de palabras entre mi forma de escribir que considero afectada cuando hablo de mi emoción al leer el poema y el sentido literal de afectado, de sentirse atañido por algo. Pensé que si lo explicaba no tendría gracia, y ahora veo que al tener que explicarlo tiene menos gracia aún. Lo siento. Sólo quise decir que mi forma de escribir sí es afectada y al tiempo Keats me afecta en lo más hondo.
      Un saludo.

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  6. No sé qué pájaro será el que por nuestro jardín canta estos días imitando el pitido intermitente de un teléfono móvil, hemos deducido que puede ser un mirlo porque luego combina este sonido con otros arpegios más propios de su repertorio, no creo que se trate de un ruiseñor, el mirlo es un pájaro que suele ser más imitativo, ¿no? Era una nota curiosa que quería dejar constar aquí. La naturaleza imita al arte, en este caso, a la tecnología de Nokia (...) Muchos saludos Andrés, te seguimos leyendo mucho por aquí.

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    1. Por lo que dice, creo que podría ser la voz de alarma del mirlo.

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  7. Gracias al Anónimo por la aclaración. No conozco lo bastante de su forma de escribir para saber si es o no afectada, pero sí le diré que, en caso de que lo sea, reconocerlo es el primer paso para mejorar. Los que de veras son afectados escribiendo suelen estar encantadísimos de su modo de hacerlo (y de haberse conocido, de paso). Ésos si que no tienen remedio. Ni lo buscan, claro.

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