15 mars 2012

Nido de agendas

ESTA, editada para los voluntarios de la División Azul, es de 1943 y está inspirada en alguna alemana. En dieciseisavo o pequeño octavo (10,5 x 7,50 cms.) y encuadernada en tela roja. Tipográficamente está bien resuelta, más que bien, aseguraríamos. Siempre encontraremos perturbador el bien al servicio del mal. El bien floreciendo, como un hongo, sobre algo que se pudre. El tono de esta es muy distinto de la de ayer. En 1943 nadie piensa en la derrota, muy al contrario. Todo en ella avasalla con triunfalistas y aterradores ademanes.
Se detiene uno en leer las frases que han incluido para levantar la moral de la tropa y enardecerse: "El ejército alemán es el arma más poderosa al servicio de la libertad de Europa. Adolf Hitler". Otra suya: "Es sublime vivir en una época que coloca ante los hombres empresas trascendentales". Abundan asimismo las píldoras de Mussolini, de Franco, José Antonio, Ribbentrop o Goebbels. No dudan tampoco en utilizar para su propaganda a Goethe: "El verdadero descanso del hombre auténtico es la acción"; o a Homero, "No es bueno el gobierno de muchos; uno debe ser jefe". Entre las efemérides y el modo de presentarlas  cristaliza un involuntario humor surrealista: "12 marzo Viernes: 1935: Inauguración de la línea telefónica directa Berlín-Tokio. 1648. Muere en Soria Tirso de Molina"... 
Dura poco el humor. Busca uno en los pliegues de estos documentos el aire de la época. Lo encuentra por todas partes, las frases, las fotos, el tono del papel. Y llega a hacerse irrespirable al cabo sólo de unos minutos.





6 commentaires:

  1. Respirando el aire de aquella época, da gusto asfixiarse con la nuestra. Saludos.

    RépondreSupprimer
  2. Sería interesante saber qué español cuidó la edición de la agenda. Y... ¡qué especialmente siniestra, y triste, la foto de H. con G. y la hija de éste, "suicidada" junto a los otros dos "superhombres": un crimen más.

    RépondreSupprimer
  3. agendas como catecismos del mal, las malagendas, diríamos

    RépondreSupprimer
  4. Qué bonito el título de esta serie, Nido de agendas.
    Lo del nido, además, y sin que tenga nada que ver, lo asocio a lo del "Huevo de la Serpiente".
    Las fotos ponen los pelos de punta. Se congela la risa, sí, cuando algo tan trivial e inofensivo como una agenda se transforma en ejemplo de lo siniestro. Y da mucho miedo. Casi tanto como si nos enseñasen las cruces gamadas y lo cadáveres. Tiene Vd. toda la razón, sólo con el aire es para mearse de miedo.

    RépondreSupprimer
  5. Militar arrodillado ante el altar,la sonrisa de H. y G., los tanques avanzando por el Cáucaso,todo esto rodeado de floridas citas y al servicio de un soldado español, de los de recién acabada la guerra civil. De ejemplo valdría para volver a escribir sobre la Trivialidad del mal. Ni el juicio a Eichmann hubiera precisado H.A.

    RépondreSupprimer
  6. ¿Y para qué necesitaría un soldado de la División Azul una agenda? ¿A quién se le ocurriría? Hago estas preguntas chorras para olvidarme un poco del miedo que siento yo también viéndola. ¿Pensarían que entre escaramuza y batalla del frente ruso los soldados necesitarían organizarse la vida social y no olvidarse del día de santo de sus familiares? Lo que es evidente es que al que se la encargaron se lo tomó como si tuviese que hacer una reproducción del Beato de Liébana para el papa, y no un simple librillo de notas cuya edición se quedó, seguro, enterita en un almacén, sin usar. Por lo menos ha servido para que al verla así expuesta, nos acordemos de que el Mal, el de verdad, aunque venga bien disfrazado de trivialidad o vanalidad, no engaña.

    RépondreSupprimer