4 novembre 2012

Cincuenta

SE publica en el último número de la revista Qué leer este cuestionario.

¿Qué libro está leyendo?
Padre e hijo, de Edmund Gosse. He llegado tarde, pero valió la pena.
¿Qué libro no ha leído ni tiene ganas?
 Libro que no has de leer, déjalo correr.
¿Cuál es su lugar ideal para leer?
Cualquiera menos la cama. A la cama se va a otras cosas.
¿En qué soporte?
No soy fundamentalista.
¿Qué libro le ganó en su adolescencia para la literatura?
Supongo que Miguel Strogoff.
¿Se escribe por dinero?
Si eres idiota, sí. Hay mil maneras de ganar más dinero que con la literatura.
¿Publicar uno sus propios diarios es un ejercicio narcisista?
No lo sé. En los míos se habla de los otros. Yo no doy más que para un folio.
¿Dónde escribe más a gusto?
En sueños.
¿Qué escucha mientras escribe?
El silencio, si me dejan.
¿Qué bebe mientras escribe?
Cuando escribo se me olvida casi todo.
¿Y qué bebe cuando no escribe?
La vida, pero a pequeños sorbos.
¿Le molesta que le den conversación los taxistas?
Suelo empezarlas yo.
¿Deja propina en los restaurantes?
Sí, pero menos de lo que me gustaría.
¿Cree que la prensa es justa con usted?
Como con todo el mundo, y además la queja trae descrédito.
¿Con qué personaje histórico no se iría a cenar?
Esa pregunta tendrían que hacérnosla teniendo nosotros hambre. Varía mucho.
¿Qué le ha hecho reír a carcajadas?
Los chistes buenos contados por los amigos.
¿Y llorar?
El adiós de los amigos.
¿Dice tacos?
Si puedo, sí. Drenan.
¿Quién tuvo la culpa de la pérdida del paraíso, Adán o Eva?
Dios, conchabado con la culebra.
¿Cuál es su relación con Dios?
Yo ya se lo he perdonado.
¿Cuál es la última exposición de arte que ha visitado?
La de mi hijo Guillermo y la de mi hijo Rafael.
¿Aceptaría un cargo político?
Sí: Presidente de los Estados Unidos de América, para conocer a Aaron Sorkin.
¿De quién es la culpa de la crisis?
De la codicia y de la usura, como casi siempre.
¿Por qué su último libro se titula “Ayer no más”?
Porque habla  de cosas que pasaron ayer, como quien dice, y de un ayer que no debería volver a suceder.
¿Hacía falta escribir otra novela de la guerra civil?
No; pero ¿quién nos asegura que no pueda hacerse imprescindible, si no la escribes?
¿”Perdón” es la palabra más difícil de pronunciar?
A la vista está.
¿Por qué los personajes de su novela tienen esos nombres tan rebuscados: Ciriaco, Generoso, Aniceto, Senén...?
Para no ir más lejos a buscarlos: mi padre se llamaba Porfirio, y dos de sus hermanas se llaman Presvinda y Estilita, casada ésta con Vitalino… ¿Seguimos?
Que el protagonista se llame Pestaña... ¿es un guiño?
Un homenaje a los vencidos de su propio bando.
¿Cuál fue la última vez que lo sacaron de sus casillas?
Con los años pierde uno fuelle.
¿Un mito erótico?
Una vecina. Yo tenía nueve o diez años y ella, ocho.
¿Pequeño comercio o gran superficie?
Pequeño siempre, porque el tamaño importa.
¿Don Quijote o Sancho Panza?
Cada uno a su tiempo.
¿Qué medio de transporte suele utilizar?
En Madrid el taxi, por charlar con los taxistas.
En su infancia, ¿qué aspiraba a ser de mayor?
Viejo.
¿Y qué ha acabado siendo?
No sé. Me gustaría acabar siendo un niño.
¿Alguna decepción o arrepentimiento?
Lo corriente.
¿Y una satisfacción?
Vernos crecer a mis hijos y a mi mujer y a mí.
¿Cree en los horóscopos, el tarot, etc.?
No, por superstición.
¿Tiene algún amuleto?
El siete.
¿Un vicio confesable?
Son vicios precisamente por inconfensables.
¿Algún sueño recurrente?
No sé por qué, los míos son de estreno siempre.
¿Hay que darlo todo por la patria?
Probablemente, pero sin patriotas cerca.
¿Qué le da miedo?
Los patriotas y las entrevistas.
¿Cuántos amigos tiene en Facebook?
Más de los que merezco, seguro.
¿En su casa friega los platos? ¿Y plancha?
Nunca he planchado, pero soy un artista del spontex.
¿Donde le gustaría pasar los últimos años de su vida?
En Babia, donde quiera que esté. O mejor, en la infancia, con todo el tiempo por delante.
¿Cuál es su peor defecto?
Ese hay que preguntárselo a los demás.
¿Y su mejor virtud?
Procurar estar con gente que vale más que yo.
¿Cuál es su aparato favorito?
El reproductor, o sea la memoria.
La memoria goza de gran prestigio actualmente... ¿pero a usted qué le gustaría olvidar?
Que vamos a menos.




5 commentaires:

  1. un título para el salón: "El día a día en la ciudad de Babia"; o "La resistencia en la ciudad de Babia" o...
    No sé si lo habrás dicho ya, pero ¿donde están esas dos exposiciones de R. y G.?
    Jaime

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  2. A "Padre e hijo" me lo descubrió la crítica de El Pais hace unos dos años y me pareció una joya. Ahora acabo de terminar "Ayer no más" y llevo a medias "Absolución", de Landero. Será porque tengo prejuicios con las traducciones, pero cada vez me siento más a gusto leyendo literatura en mi idioma.
    En cuanto a la entrevista digamos que me ha parecido mucho menos interesante que las que le han hecho recientemente. Estos cuestionarios tan superficiales son para otro tipo de personas (que no se parezcan al actor francés que hace años anunció con éxito las delicias de Schweppes).

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  3. cuando te hacen un cuestionario así, entonces no hay duda... has triunfado.
    saludos

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  4. Bueno, pues acabar en Babia no queda tan lejos :-). http://es.wikipedia.org/wiki/Babia

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  5. Oí hablar de Javier Tomeo y en internet vi que escribió novelitas del Oeste por dinero, igual que Silver Kane y lo veo bien , escribir es un trabajo y todo lo que sea leer es bueno ,nal menos genera el hábito . Está claro que para ser un escritor de primera hay que nacer y ningún codicioso se mete a escritor otra cosa es lo que pasa en " el ladrón de palabras " Chao

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