23 janvier 2013

Los hilos de la luz

HAY algo fascinante en los hilos de la luz, acaso la paradoja de saberlos inmóviles en el paisaje mientras fluye por ellos, constante, la corriente.
* * *
Y llamarse hilos, tratándose de luz, y corriente, estando fija.
* * *
DESDE aquel "Hágase la luz", se diría que la luz se presenta siempre de improviso, como el truco de un mago. La aurora tiene algo de milagroso, desde luego. No así el atardecer, que parece llegar siempre de muy lejos con su argumento.
* * *
TODO el que haya permanecido debajo de un tendido eléctrico habrá comprobado que la luz habla y a menudo canta, si la tensión es alta, y cuando no, hace girar el huso.

"Golondrinas", 1992

24 commentaires:

  1. Precioso, Andrés.
    Se me ocurre que el día, con hilos de luz, teje la tela de araña que nos atrapa por la noche.

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    1. El dios-araña y el día:
      manta hermosa con que tapa
      la noche eterna y vacía.

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  2. Vemos la vía, vemos el tren y hasta los cables por encima, pero no podemos ver que lo que fluye por los cables es precisamente lo que mueve al tren.
    Tan invisible la luz que a las recomendaciones las llamamos, con eufemismo, enchufes. En cambio ya no entiendo que a la gente vulgar y sin chispa se la llame gente corriente, cuando ni son invisibles ni están iluminados. Excepción debe hacerse en este grupo con quien estos días ostenta la categoría de gran interruptor que conmutado a otros puede producir el gran cortocircuito y dejarnos a oscuras.

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    1. Esto no es corriente, es moliente. (Un vulgar)

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    2. "ATARDECER EN LA PLAZA DE CASTILLA. El cielo de entre dos luces se cuarteaba y caía en lascas de pizarra gris, y por detrás, en rojinegra brasa, la infinita maldad reaparecía."

      Otro pecio de Ferlosio. Que las buenas luces nos libren de calambres o naufragios. A todos.

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    3. Bienaventurada la gente vulgar y sin chispa.

      Bienaventurada la gente vulgar y con chispa.

      Bienaventuradas las gentes corrientes y vulgares, con chispa o sin ella.

      ¡Ah, las trampas del lenguaje!, qué lío.

      A propósito, ¿qué nos lleva a concluir que la gente "corriente" no tiene luces?

      La verdadera luz ignora su fundamento.

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    4. La lucidez y el desquiciamiento son incompatibles.

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  3. Recuerdo la pregunta de un niño a su padre, que leí hace años: "Papá, cuando se va la luz, ¿adónde se va?".

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    1. Esa magia de la lengua en los primeros años, ¿adónde va luego?...

      --¿Tú quieres ser libre? --le pregunta el padre.

      --No, yo quiero ser bailarina.

      ***

      --Papá, ¿por qué el agua no se puede coger? --pregunta Ana al salir del baño.

      ***

      --Mamá, ¿qué es la moral? Es que aquí en el libro de Mafalda dice que está en el suelo.

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    2. PEINANDO A ANA

      ANA.― ¿De donde viene el agua de los ríos?
      SU MADRE.― De las nubes, de la lluvia.
      ANA― Sí, pero de dónde viene el agua, quién la fabrica.
      SU MADRE.― No sé, dímelo tú.
      ANA.― Pues Dios.

      ***

      LEYENDO A MAFALDA DE NOCHE EN EL SALÓN

      ANA.― Mamá, ¿qué es una hipoteca?

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  4. ¿Y no será esa, luz, la palabra más bonita que existe?

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    1. Estrellas y naranjos en flor.

      La permanencia completa y la fragilidad extrema dan igualmente el sentimiento de la eternidad.

      SIMONE WEIL, LA GRAVEDAD Y LA GRACIA.

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  5. Carretilla rimaba con ventanilla y ventanilla con carbonilla y con otras muchas cosas. En realidad con todas, pero algo más con los cables de la luz. Subiendo y bajando corrían de poste a poste, dentro del humo a veces, como crestas de olas a punto de disolver la siempre lenta y paralela procesión. Tras quedar bien hipnotizado, en seguida algún niño se dormía. En aquel tiempo los mayores siempre cedían la ventanilla a los niños. Con un papelito casi transparente en la mano, atendían a la rifa sin dejar de charlar todo el rato. El premio siempre caía en el vagón de al lado.

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    1. "(...) los cables de la luz. Subiendo y bajando corrían de poste a poste, dentro del humo a veces, como crestas de olas a punto de disolver la siempre lenta y paralela procesión.(...)"

      Líneas pararelas (recitábamos en el colegio), eran las que por mucho que se prolongasen, nunca llegaban a encontrarse.

      Sin principio ni fin. Purísimo presente. Así eran los viajes en tren de nuestra infancia.

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  6. Como en un sueño
    la gracia va esparciendo
    hilos de luz.

    ***

    Línea de cuervos
    sobre el tendido eléctrico.
    Oscuridad.

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  7. En mi niñez recuerdo las vibraciones sonoras que venían de aquellos gordos cables que pasaban por encima de la huerta de Adela, ese sonido era como una conversación cifrada que no alcanzaba a comprender.

    Las sábanas de Adela tendidas en sus propios alambres domésticos cuando perdian peso al secarse, se alzaban en locos movimientos hacia arriba, hacia los cables eléctricos como pájaros heridos que no alcanzaban a volar.

    Por esas y otras observaciones mi vocación fue decantándose hacia la ciencia.

    Saludos.

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    1. A través de su hermosa semblanza infantil, puedo también imaginarme el huerto de Adela y las blancas sábanas reclamando su propio vuelo.

      Requisito necesario para elevarse es perder peso y ataduras.

      Parece que sólo con la ligereza propia de la libertad se camina bien hacia la luz.

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    2. Estamos usted y yo hablando de Adela, de sus sábanas y su huerta. La rememoro y usted se la imagina. Me gustó escribir esas tres líneas pues Adela no ha muerto del todo ya que aquí estamos nosotros nombrándola.

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  8. "Cuando aún no despuntaba la aurora, pero ya la luz del alba se difundía, un grupo escogido de aqueos se reunió en torno a la pira."

    HOMERO, LA ILÍADA.

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    1. En nuestra Ilíada los despertadores son los gallos, primeros o mediados. Con los últimos, ¡todos cabagando!

      "A priessa cantan los gallos / e quieren quebrar albores

      quando lego a San Pero / el buen Campeador".

      ***

      "No s’ detardan d’adobarse e a los primeros gallos,

      el obispo don Jerónimo aquessas yentes cristianas

      enantes de la mañana, la missa les ha cantada.

      Cuando ovo la missa dicha, grant sultura allí les dava…"

      ***

      "Passando va la noch, viniendo la man,

      a los mediados gallos piessan de cavalgar".

      ***

      Cabalgar o "navigare necesse; vivere non est necesse", según Pompeyo; corregido por Pessoa, téngase en cuenta:

      "Quero para mim o espirito desta frase, transformada

      A forma para a casar com o que eu sou: Viver não

      É necessario; o que é necessario é criar".

      También crear da "sultura", don Jerónimo.

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  9. Frente a mi casa un ejido que nosotros llamábamos El Bancal, lugar de reunión y campo de fútbol y de juegos.
    En el centro EL Palo de la Luz, referente espacial de la niñez.
    En torno a él encontré cosas, llaveros, alguna canica de cristal, y perdí otras.
    En cierta ocasión un circo ocupó El Bancal. Uno de los críos que iban en él hizo amistad con nosotros. Trepaba como las ardillas por el grueso alambre inclinado que clavado en el suelo y sujeto al palo aseguraba a este en su posición vertical. No recuerdo su cara, sí su sucio jersey de lana marrón. Cuando veo a uno de esos niños búlgaros o rumanos que van mendingando me acuerdo de él.
    Intentos inútiles para imitarlo por parte de todos nosotros. Aún siento como el alambre deja marcas rojas en mis manos entumecidas por el frío. Estuvimos semanas, tras marcharse el circo, intentando subir tan alto como él. Al final lo dejamos y nos dedicamos a otras cosas.
    A veces oí el lastimero canto de los hilos de la luz en las oscuras tardes de invierno en que aburrido y solo me sentaba en una piedra bajo el palo a esperar a mis amigos.
    No te vayas lejos, me decían al salir de casa. No, solo voy a estar en el Palo de la Luz.

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    1. El Palo de la Luz, la infancia. El niño del circo en el Bancal... Gracias por contarlo. Tan bien.

      (El Palo de la Luz suena mucho mejor que El Plano de la Feria en mi pueblo. Con la feria, un año cayó en el Plano un muchacho rubio bien guapo. Muy estimulado por las frecuentes visitas de nuestras niñas, con gran soltura ayudó a instalar el cacharro que luego se llamaría “Los Torpedos”. Esa palabra ya había pasado antes por nuestras cabezas).

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