8 novembre 2014

El manifiesto


LIBRES E IGUALES
Ciudadanos, ciudadanas:

Todos nosotros tenemos la suerte de vivir en un Estado de derecho. En España. Compartimos una Constitución que ampara nuestros derechos y fija nuestros deberes. Dentro de sus límites, podemos diseñar nuestro perfil político: compartirlo con otros muchos o elegir ser distintos a todos los demás. Nuestra ciudadanía no está condicionada por el lugar donde hemos nacido o vivimos, ni por nuestro origen familiar, ni por nuestros gustos culturales o ideológicos. Somos ciudadanos, es decir gobernantes, del territorio plural que gestiona nuestro Estado.

Mañana, en una de las regiones españolas, tan nuestra como el resto, se va a proceder a un acto simulado de democracia con la intención de privarnos de una parte de nuestra soberanía ciudadana y de mutilar nuestros derechos políticos.

Queremos denunciar alto y claro este atropello. Queremos seguir compartiendo con todos los ciudadanos españoles nuestra soberanía. Queremos defender este país unido ante los que pretenden su mutilación sectaria. No reconocemos legitimidad alguna a los intentos de fragmentar nuestra ciudadanía apelando a supuestos derechos preconstitucionales.

Y, por tanto, exigimos del gobierno del Estado español que defienda con firmeza nuestra ciudadanía común.

                            En Cáceres, a 8 de noviembre de 2014

14 commentaires:

  1. Copio el mensaje que he publicado en el blog de Santiago González:

    Tan sólo reseñar que la convocatoria de Libres e Iguales en la ciudad de Cáceres ha sido un auténtico fracaso. No lo hago para ridiculizarla, para nada, yo era una de las 13 personas que se han acercado al Foro de los Balbos para escuchar la lectura del manifiesto hecha por el gran escritor Andrés Trapiello. Pero sí me gustaría señalar que, celebrándose la convención nacional del PP en nuestra ciudad histórica, el partido que gobierna en el ayuntamiento, la comunidad y la Nación, no ha tenido la vergüenza de mandar un mísero representante a la convocatoria hecha por el movimiento cívico, convocatoria que únicamente quería defender la soberanía ciudadana que a todos nos pertenece ante áquellos que quieren cercenárnosla. Y resaltar también la pobre imagen que ha dado Cáceres, sus residentes, dando la espalda a un llamamiento a la participación, en momentos tan críticos como los que vivimos, como si no existiera ningún ataque a la democracia española y a la convivencia de todos los españoles, ni les fuera a afectar, jamás, a sus bolsillos. Los bares de los alrededores no daban abasto

    RépondreSupprimer
  2. Por último, pedir disculpas a Don Andrés Trapiello. Ha sido un honor saludarle.

    RépondreSupprimer
    Réponses
    1. Por lo que usted informa, sorprendentemente la visceralidad hispana se acodaba hoy en los bares, celebrando lo bien tratados que han sido siempre los extremeños en Cataluña. Si el rencor es malo la indiferencia mucho peor.

      Supprimer
  3. Me alegro que eligieras Cáceres para leer el manifiesto. Siento mucho no haber estado allí, por la distancia. Los que no estaban no lo sabrían o la noticia les ha llegado tarde.
    Un saludo,

    RépondreSupprimer
  4. Aprecio tanto su pluma y este blog, señor Trapiello, que me gustaría expresar mi sorpresa por su postura con respecto a Cataluña y España. Le recuerdo que, como dijo hace poco Caballero Bonald al respecto, eso de la España una, la España indivisible y demás monsergas es argumentario falangista. Se niega usted a que los catalanes puedan expresar de manera democrática su voluntad? No me lo esperaba en estos lodazales políticos junto a ciertos personajes. No obstante, un cordial saludo y enhorabuena por este blog.

    RépondreSupprimer
    Réponses
    1. No, en absoluto, estoy deseando que los independentistas dejen expresarse y decidir sobre su futuro a todos los españoles, que son quienes tienen y han de ejercer la soberanía de España, de la que forman parte Cataluña, Murcia y Astorga. No sé a qué lodazales se refiere: ¿Pujol quizás? Mire ningún lema es más hermoso que este: libres e iguales en Cataluña, Murcia y Astorga.

      Supprimer
    2. Rob (sin acritud)8 novembre 2014 à 21:02

      Y...,¿no será que el españolito medio, harto de que le humille, le estafe, le vapulee una facción (pequeña, pero poderosa) de otros españoles a quienes se la suda la tragedia (que probablemente ellos no perciban desde sus altos alminares de la indecencia organizada) que sufren, no quieren servir de monaguillos (monagos) instrumentales para que se camuflen los VERDADEROS asuntos graves de la patria? A miles, millones, decenas de millones de españoles les trae al pairo el affaire catalán, porque no tienen asegurada la pitanza de mañana. Ya sé que Trapiello no, pero existe la fundada sospecha de que Castilla saca pecho con Cataluña para que pasen desapercibidas las cuentas del Gran Capitán. Aquí y ahora, chapoteando en el mierdal, lo que importa es salir cuanto antes de la fosa séptica en que ha devenido España; esa España que llena las fauces de tanto cosmopolita de la pasta.
      Que conste que Cataluña será lo que SOLO los catalanes quieran que sea: es cuestión de tiempo. Si un pueblo de bastantes millones de naturales decide un (no digo si buen o mal) día separarse del resto de la nación de naciones a que permaneció unida (?) por siglos, eso habrá de acontecer, por lo mismo que aquella unión fue decidida por unos reyes que no tuvieron en cuenta lo que opinaban sus mesnadas, siervos y menestrales (claro que entonces no se había inventado la democracia).
      Inexorablemente, aunque el parto sea laborioso y eventualmente cruento (sobre todo si fuese cruento), si la voluntad inmensamente mayoritaria del pueblo (lo es) catalán está por la independencia..., eso habrá de ocurrir. La historia esta ahí para leerla, aunque a veces haya que hacerlo entre líneas.
      PS.- Con la que está cayendo, pretender enardecer a los españoles con el asunto de la eventual secesión catalana es tan extemporáneo como vender cupones de rifa en un velatorio.

      Supprimer
    3. Tal vez Vilanova y la geltru y otras bellas localidades se sientan muy agraviadas por su españolidad impuesta e incluso rechacen el yugo de ser catalanas a la fuerza, condición que seguro tampoco nunca tuvieron oportunidad de elegir. Pi i Margall reivindicaba hasta el sagrado derecho de ser aldea, barrio, manzana, edificio, portal, escalera y piso. Luego su propio compañero republicano, Salmerón, tuvo que desandar el camino equivocado y terminar con la verbena. Con la que está cayendo, amigo Rob, pensar en idiosincrasias y escisiones es una patética parida que la historia restregará a tanto frívolo que confunde libertad y fútbol.

      Supprimer
    4. Créame, Cancio, que no me es simpática la idea de una Cataluña separada del resto de España. Soy de una tierra en la que se nos educó en la creencia -y conste que no soy persona que se deje influir por este tipo de sugestiones a la hora de discurrir- de que somos "la cuna de España". Quiérase que no, algo influye esto en nuestra postura ante los procesos (al menos de intención)
      secesionistas. Creo que era Salvador de Madariaga quien decía que éramos en mi tierra el pueblo más "europeo" de España, a fuer de no pretenderlo. Y, pese a tener una peculiar idiosincrasia, nunca ha arraigado por estos lares (pese a algunos intentos) una facción separadora o mimética de otros fenómenos que nos son ajenos. En lo personal, he de decir que visito Barcelona con frecuencia y que no percibo hallarme en una ciudad menos española que Valencia o Málaga (yo diría que me parecen bastante más "exóticas" las provincias andaluzas) y tengo la impresión de que el castellano es tan hablado como el catalán en aquella ciudad. Jamás he tenido el menor problema con el idioma (claro que uno se ha molestado en aprender los rudimentos del catalán, en contrapartida de que todos los catalanes saben hablar el castellano, y esto mejor lo tenían en cuenta los intransigentes de carril único, que quieren que se lo den todo mascado: "que me entiendan ellos"). Cierto que Barcelona es ciudad mestiza, otro "rompeolas" en el que conviven españoles de todas las procedencias... Pero dicho lo anterior, uno sabe algo de Historia y conserva cierta capacidad de reflexión especulativa. Y cree que no hay nada para siempre jamás; que la deriva histórica ha dado al traste con las pretendidas inviolabilidades fronterizas y que basta con examinar un mapa de Europa de antes de la caída del Muro y otro actual para ver que se han producido cambios drásticos (desmembración de la URSS, de la antigua Yugoslavia, de Checoslovaquia...). Mirando más atrás, qué queda de los imperios europeos y de sus colonias. Austria es solo un pequeño y próspero país arrimado a los Alpes...
      Lo que hoy llamamos España es un puzzle a partir de estados soberanos que un día, por convenios por las alturas mayéstaticas (no se olvide que entonces los pueblos no tuvieron pito que tocar, ahora sí que pueden) y no es extraño que existan movimientos de repliegue a situaciones anteriores a la "unión". Además, si somos ecuánimes y sinceros, convendremos que no se puede pretender la unidad A LA FUERZA: eso no tiene porvenir, consume las energías que mejor se empleaban en otras cosas. Y falta por ver -en el caso de Cataluña- qué es lo que verdaderamente quiere la mayoría, que a lo mejor hay sorpresas. Pero, ya digo, mal que nos pese, ocho millones de catalanes son mucho pueblo (más que Holanda) para someterlos a la voluntad del resto de los españoles. Y tampoco digo bien "del resto de los españoles", que existe una parte importante de ellos (véanse estadísticas recientes) que están porque se cumpla la voluntad mayoritaria de los catalanes.
      Concluyo, Cancio, diciendo que tengo la esperanza de que con un cambio en el gobierno desastroso que sufrimos, con gente razonable al timón, las ínfulas separatistas se iban a moderar; los últimos gobiernos han hecho más por la causa separatista que cualquier otro factor. Al menos esa es mi esperanza.
      Saludo cordial a todos.

      Supprimer
  5. Pues agradezco a Andrés Trapiello que haya leido el llamamiento en Cáceres, una ciudad extremeña y una región de la que tantos españoles han debido marcharse para trabajar y vivir en Cataluña. Españoles que han construido y contribuido al desarrollo económico de la región que ha tenido durante siglos privilegios económicos con respecto al resto de las regiones españolas. A estas alturas de la historia y de la realidad política y económica de la construcción europea, la independencia de Cataluña es un absurdo llevado por unas élites corruptas que llevan años de ingeniería social y lavado de cerebros en los colegios deformando a las nuevas generaciones hijas y nietas de trabajadores de toda España que repiten como si fueran coreanos, con diez y once años, que ellos no son españoles. No sienten vergüenza porque los políticos nacionalistas son unos racistas y unos cínicos. El problema de España es la falta de memoria histórica, la falta de amor a la historia, la incultura que permite que cuatro listos puedan manipular a la ciudadanía y ponerlas a hacer el ridículo. Gracias de nuevo a Trapiello, es necesario escuchar la voz de las personas que lo hacen con honestidad y porque sí les importa la cultura y la historia de España y la vida digna de sus ciudadanos.

    RépondreSupprimer
  6. CDC ha afirmado que el 9N hay que "votar con tranquilidad y normalidad DEMOCRÁTICA". Y esto dicho de un referéndum (Junqueras dixit; véase: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/10/31/catalunya/1414789028_571684.html. Cito textualmente: "¿Da la razón al Constitucional? R. Es evidente que era un referéndum. El voto de los ciudadanos lo convierte en vinculante". Y eso, a pesar de haberlo negado por activa y por pasiva), de un referéndum, o consulta, o proceso participativo, o como quieran llamarle en el futuro, que

    1) Plantea dos preguntas que NO OFRECEN una alternativa clara, condición primera para que un referéndum sea democrático (¿quiere que Cataluña sea un Estado... o qué? ¿Independiente... o qué?), sino sólo el vacío en su lugar, con la evidente intención de inclinar la opinión de los votantes hacia lo único tangible que se les presenta. Como puede leerse en un artículo de ayer de Walter Oppenheimer en El País (aquí el enlace: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/11/06/catalunya/1415308539_492177.html). Cito: "Como distinto ha sido el proceso de elección de la pregunta, doblemente sesgada y orientada al sí en el caso catalán; aséptica y neutral en el escocés".

    2) Carece, la consulta o como se llame, de las más elementales garantías democráticas. Como ya lo señaló en su momento Joaquim Brugué (aquí el enlace: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/10/07/catalunya/1412709408_905984.html), "si viniese un observador internacional a Cataluña, creería que es Guinea". Y antes y después que él lo han señalado docenas de expertos.

    3) Incumple descaradamente otra exigencia democrática básica: la neutralidad institucional. Lo que hemos visto en Cataluña es un año de machaqueo propagandístico pro-independencia, apoyado en la excusa del Tricentenario, y con una implicación activa y continua del Gobierno que supuestamente representa a todos los catalanes. Una publicidad de sentido único financiada, además, con el dinero (ése sí) de todos, independentistas o no.

    Es obvio que una consulta, proceso o lo que sea con tan radicales carencias democráticas, es inválida por definición, y la única actitud compatible con el respeto a la democracia, negarse a participar en una farsa semejante, que jamás podrá recibir (sea cual sea su resultado) el respaldo de la comunidad democrática internacional, ya que es la negación misma de los valores que ella defiende.

    RépondreSupprimer
  7. Rob, tu concepto de democracia es impresionante.

    RépondreSupprimer
  8. Qué lástima, Sr. Trapiello. Qué desperdicio, qué decepción, qué pena que Vd. haga esto.

    RépondreSupprimer
  9. Típico comentario el de "Álex". A tal punto ha llegado, entre cierto independentismo, la imposibilidad de comprender en qué consiste la democracia, que la exposición de una disidencia razonada respecto a su postura no les parece una discrepancia legítima (como es elemental en democracia), sino "un desperdicio, una decepción y una pena". Y se creen los más demócratas del mundo mundial. Cuánto daño ha hecho el adoctrinamiento.

    RépondreSupprimer