YO creo que soy la persona que más películas malas ha visto en España, algunas incluso dos veces o más, porque no tengo memoria. Durante los últimos cuarenta años he visto una al día, por la noche, en la televisión, la que echen, me da igual, bastante cansado ya de toda la jornada. La mayor parte de esas películas han sido extranjeras, principalmente norteamericanas y en versión original. Aunque sólo fuera por eso, a estas alturas debería hablar inglés perfectamente o por lo menos entenderlo. De todas esas películas, que yo recuerde, españolas han sido muy pocas, en unos casos por patriotismo, para no subir una media tan alta de malas, y en otros, porque tampoco me han dado a escoger.
Sin embargo a mí, según cuáles, me gustan mucho las películas españolas. En general las de antes de que el cine español cayera en el destape y el “landismo” que siguen practicando Almodóvar y muchos otros con total impunidad.
Cierta noche, después de venir de cenar con unos amigos, enchufamos la televisión cuando empezaban a dar Con el viento solano. En ese momento no sabíamos de quién era ni de qué iba, sólo que la protagonizaba Antonio Gades y que se titulaba igual que un relato de Ignacio Aldecoa. Pese a la hora tardía, la vimos fascinados. Mario Camus, su director, contaba sin tremendismo la historia de un crimen, y la realidad que se veía en ella, remota y al mismo tiempo intacta, nos era muy familiar. Estar frente a aquella España, tan negra, ni siquiera hacía daño, al contrario: Camus la había mirado con el amor que en España han solido tener sus artistas para con la realidad, desde Cervantes. Parecida fascinación viene uno sintiendo desde hace dos o tres meses por el buen acuerdo que alguien de la 2 de Tve ha tenido en rescatar un montón de viejas películas desconocidas si acaso no despreciadas. Y se refiere uno no sólo a aquellas pequeñas joyas de El crimen de la calle Bordadores o El último caballo, de Neville. Cuando hace unas semanas vimos Los ojos dejan huellas, de Sáenz de Heredia, o La guerra de Dios, de Rafael Gil, pensamos: qué extraño es todo, esas películas no estaban ni tan alejadas de las que hacían Howard Hawks o Ford, ni eran peores, aunque se hicieran en el tremebundo franquismo, sorteando la censura. Desde hace unos meses, pues, la media de películas malas que uno ha visto ha bajado muchísimo, gracias al cine del que injustamente menos esperábamos.
[Publicado en el Magazine de La Vanguardia el 18 de octubre de 2015]
Por alguna extraña razón, los regímenes dictatoriales generan buen arte literario, cinematográfico y teatral. Quizá sea por la necesidad de burlar o sortear la censura, que obliga a buscar formas sutiles o depuradas de decir (o sugerir) las cosas.
RépondreSupprimerLo que está claro es que el cine de Berlanga o Bardem, por ejemplo, era mucho mejor bajo el franquismo que después de él. Otro tanto cabe decir, por ejemplo, del teatro de Buero Vallejo.
Todo esto es bastante raro. Se me ocurre que, por ejemplo, si Miguel Hernández no hubiera sido encarcelado (y prácticamente muerto) por los franquistas tras la guerra civil, entonces no tendríamos las "Nanas de la cebolla" u otros poemas maravillosos que escribió en prisión.
De todos modos, es claro que no compensa. Si para que el arte florezca es necesario tanto sufrimiento, entonces el precio es demasiado alto, y de ningún modo merece la pena pagarlo.
Sandra Suárez
Buenas
RépondreSupprimerPero lo de Almóvodar, en mi opinión, es peor que el landismo, porque este era más genuino y menos pretencioso.
'El último caballo' es muy buena, la vi hace poco; tomo nota de las demás.
Un saludo
No podía faltar el palito a Almodóvar, que si bien ha hecho truños, también ha hecho buenas películas. ¿O no? Españoles somos.
SupprimerPacho.
Pues sí, "Hable con ella", por ejemplo.
SupprimerLos españoles deberíamos reconocer de una vez que la niebla del páramo franquista nos llenó de demasiados prejuicios, entre ellos el de imponernos a nosotros mismos la devaluación absoluta de cualquier proceso creativo por el simple hecho de pertenecer a esa época. Si hiciéramos una encuesta para conocer las fechas en que el ciudadano atribuye la aparición del himno y la bandera, por poner dos ejemplos, nos sorprendería la cantidad de ignorantes que ven tras ellos la mano de Franco. Y si a todo esto le añadimos el complejo de inferioridad que todavía nos anega, resulta que lo foráneo es en cualquier orden infinitamente superior a lo nuestro, valoración que además hacemos con sumo placer. Así que no echemos tantas culpas a los gobernantes de todos nuestros males, vivir en las tinieblas perpetuas nos ha encantado desde siempre.
RépondreSupprimerEl termino landismo es un error eufemistico que deteriora la verdad, solo le faltó protagonizar pelis de Buñuel, pero todos los grandes contaron con él
RépondreSupprimerAlfredo protagonizó :
EL verdugo de Berlanga
Atraco a las 3 de Forqué
El puente de Bardem
el bosque animado de Cuerda
El crack de Garci
Los Santos inocentes de Camus
Ninette de Fernan Gómez
tata mia de Borau
el alma se serena de Saenz de Heredia
El rey del rio y serie El Quijote de Gutierrez Aragon
Sumas el curriculo de todos los actores españoles vivos y no te sale una filmografía tan potente.
Hoy casi todos los actores y actrices españoles son de andar por casa, se hace un cine de perra gorda
El arte es imperecedero y hoy hay más gente preparada para captarlo. Un cine que nació en España es el quinqui, donde lució el grande del celuloide Carlos Saura ( Deprisa, Deprisa ), y genero donde han progresado celebridades como Emir Kusturica ( talco y bronce es un libro referente de esto )
RépondreSupprimerLa gran noticia es que el miércoles alguien tendrá la suerte de ver aterrizar un DeLorean plateado, pilotado por Marty McFly que regresa al futuro, la obra cumbre del cine la firmó Zemeckis, es así.
Inaudita obra, Voces de Chernóbil, a donde no pudieron llegar las leyendas de la Literatura, ya que no se había dado el caso, ha llegado Svetlana Alexievich , lo que pasó en Chernóbil es lo más importante y trágico que ha sucedido a los seres vivos de nuestro planeta, nunca leí un libro que me interesara tanto desde que leí Cien Años de Soledad con 13 años.
¿A qué cuento viene esta sarta de hipérboles? La entrada del sr. Trapiello, le recuerdo, iba de cine español.
SupprimerEl arte consiste en modificar lo existente, con los medios que tenemos a mano, siempre se habló de arte de la misma manera, imitación e invención, las diferencias están en la sabiduría, la política, la organización social y las modas, sobre todo las modas.
RépondreSupprimerEso sí, a veces vemos los acontecimientos desde puntos de vista diferentes, que por nimios que sean los hechos, parece que estos se enfrenten, que comulgan y excomulgan, se atraen y se repelen.Cuanto más inexplicable es un hecho, más se modificará la realidad del mismo y más opiniones enfrentadas habrá,
De la metáfora al eufemismo, va un abismo ( espero sea original este dicho )