29 mai 2016

Moisés y Aarón

Moisés y Aarón es el título de una ópera de Arnold Schönberg. Schönberg es un músico mental y difícil. Yo no conozco a nadie que pueda tararear dos compases seguidos de ninguna de sus partituras. Es, en ese sentido, como un poeta del que nadie recordara un solo verso. Pareciéndole poco para dos, inventó un ajedrez para cuatro, fue pintor atonal y padecía, porque estas cosas nunca vienen solas, triscaidecafobia, aversión al número trece. “La contrajo”, dicen sus biógrafos, después de componer un ciclo de trece canciones, y como Moses und Aron tenía trece letras, lo cuadró quitándole una a a Aarón. Sus partidarios nos recuerdan que los genios siempre fueron incomprendidos. Según. A la mayoría se les comprende pronto. Schönberg sigue en eso como el primer día, subvencionado.

Moisés y Aarón  vendrá a Madrid, después de París. La atracción de ese montaje, más que los actores y músicos, es un toro de mil quinientos kilos, que “actúa” de becerro de oro. En París ha causado sensación, en Madrid es de suponer que también. En las fotos promocionales se ve, desnuda, a sus pies, de espaldas, a una joven escultural. El contraste entre el buey y la muchacha es, qué duda cabe, grandísimo. No sé qué más hará, ni qué números y golpes de efecto tendrá preparados el director para distraer a los espectadores, pero todos serán pocos y estarán justificados.

La ópera se ha convertido en un asunto carísimo que sin el mecenazgo privado, pero sobre todo público, sería insostenible. Pese a los esfuerzos titánicos de directores de escena y figurinistas por hacer de las óperas espectáculos espectaculares (aquí se justifica el pleonasmo), no siempre lo consiguen. Hemos visto recientemente óperas de Haendel con todos vestidos de astronautas y de Mozart con las cantantes en bragas y sostén.  Pese a ello, su música logró que nos olvidáramos de los montajes (al ser el de Mozart medio porno, un poco menos). Sin el toro Easy Rider (ese es su nombre) Moisés y Aarón supongo que apenas será nada. Porque se le olvidaba a uno decir de la música de esta ópera: para mí  el sillón del dentista es más hospitalario. ¿Se está insinuando entonces que habría que suprimir los apoyos a estas obras? En absoluto. La segunda ley de Murphy establece que siempre se puede ir a peor, como acaso comprobemos el 26J.

   [Publicado en el Magazine de La Vanguardia el 29 de mayo de 2016]

17 commentaires:

  1. Esto de los montajes es un pequeño timo. En teatro, anuncian una obra de Chéjov o de Shakespeare y una cree que va a ver una obra de Chéjov o de Shakespeare.

    Pero no: lo que verá es la “genialidad” del director, que ha trasladado la acción al siglo XXI (o a la Alemania de entreguerras), ha cambiado los diálogos, ha suprimido escenas o ha intercalado pasajes de otra obra del autor (por ejemplo).

    -Pero oiga, si yo quería ver la obra de Chéjov tal como la concibió Chéjov: en su época, con sus personajes, sus escenarios…

    -¡Pero si eso ya está muy visto!

    ¿Y cómo va a estar visto, si las obras clásicas nunca se representan tal como su autor las parió? Quiero ver la genialidad del autor, no la del director que ejecuta la (per)versión.

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  2. Recomiendo ver y escuchar el poema electronico, tridimensional, y espacial de Edgar Varese en la expo del 58, para saber de que van el Arnold, Varese y el modernismo musical.
    El Varese tambien maneja imagenes animales, aunque sus toros son de lidia.
    Que un toro se llame Easy rider te dice mucho, la pelicula de D.Hooper, gran director y mejor actor de la historia, te lleva a Zappa y Jerry Garcia, al festival de Woodstock, a David Lynch, a los poetas beats, a los activistas motoristas de la California de principios de los 60, y a su lider Peter Coyote.
    Aunque parezca un sinsentido y un muermo, si un dia aparecen los extraterrestres, sera la musica que habra que poner para que vean que no nos chupamos el dedo, una de las cosas buenas del surrealismo es el interes en los viajes espaciales y la vida interplanetaria.
    Mis felicitaciones para los que cumplan 50 tacos el proximo lunes, eso si : tener cuidado con los tabanos.
    Windows 10 no me deja poner acentos, me ha dado varios problemas, pero esto es raro, muy raro.

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    1. W10 no te deja poner acentos, pero es responsabilidad tuya haber escrito 'tener' en lugar de 'tened', por otro lado: da lo mismo, no te preocupes.

      El artículo de A.T., de 10, eso sí es un diez y no el de W.

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  3. Hombre... Uno sí que sabe tararear más de dos compases de la Noche transfigurada, obra de Arnold Schönberg... Quién se lo iba a decir, ¿verdad? Pero cuidado con lo de tararear, que el mismo argumento que emplea ud. para denostar, es el que empleaba Stalin para declarar como enemigo del pueblo al compositor no melodista... En fin. así nos luce el pelo.

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    1. Y yo tarareo todos los dias a Gurre Lieder, la cancion de Tove; y las canciones de cabaret, y el op.11 para piano, y el concierto de piano...De que estais hablando????

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  4. Está claro que cada cual es libre de expresar su opinión, e incluso hacerlo sentando cátedra y creyendo ser el "niño que le dice al pueblo que el emperador realmente va desnudo". Yo pienso que el que ha escrito esto tiene unos conocimientos musicales bastante limitados en cuanto al repertorio y tiene la desgracia de que no sabe lo que se pierde. Repite tópicos de principios del siglo XX, un poco trasnochado ya a estas alturas.

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  5. si quiere distraerse un rato, visite la pagina de facebook del musico BENET CASABLANCA Muchas vestiduras rasgadas y muchos perdonavidas

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  6. El trece vive sólo en los desvanes ( Cirlot)
    Del 4 al 14 hubo 10 Renault, nunca hubo un Renault 13, a pesar de que un número bonito como el 7 dio lugar a un engendro infame. Al 13 se le llamó Fuego, y resultó ser una bomba
    rodante. Tampoco verás un piloto luciendo el 13.
    Yo no dudo que el señor Juan María sea un artista, pero cuando se escribe no se puede descalificar a alguien por impresiones personales o discrepancias gustativas, resulta gratuito y altisonante, escribir es un arte que exige ante todo saber y aportar, y no ser tajante.
    Me ha gustado mucho el comentario de Laro Pop, seguro que nadie es capaz de superarlo.
    Tenemos unos lectores que son un lujo, saludos a todos.

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  7. La transfiguración de "nadie que yo conozca" en "nadie" es justo el punto donde decido no seguir leyendo.

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  8. Respondo a Silvio por alusiones, y sin acritud. La verdad es que todo lo que escribe se puede referir perfectamente al autor del artículo: "cuando se escribe no se puede descalificar a alguien por impresiones personales o discrepancias gustativas, resulta gratuito y altisonante, escribir es un arte que exige ante todo saber y aportar, y no ser tajante."

    Digo yo ¿Acaso no es descalificar lo que hace el señor Andrés Trapiello en referencia a Schoenberg cuando dice que "estas cosas nunca vienen solas"? ¿No es tajante y descalifica cuando dice que es un músico "subvencionado"? ¿Acaso Trapiello no se basa en impresiones personales o discrepancias gustativas para decir todo eso? Pues tanto como yo cuando afirmo que me gusta la música de Schoenberg y eso que se pierde el que no quiera dedicar un poco de su tiempo a escucharla. Quizás no sea fácil de digerir, pero creo que merece la pena intentarlo.

    No obstante, hay cosas en las que estoy de acuerdo con Andrés Trapiello (en referencia al asunto de las escenografías operísticas). Trapiello será un buen escritor (de hecho me hablaban hace un rato de su versión del Quijote bastante bien), pero creo que aquí, tirando por tierra a Schoenberg a base de tópicos ("músico mental y difícil"), no ha estado nada acertado. Esas acusaciones no son nuevas, pero asombra leerlas a estas alturas, con tanto como ha llovido.

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  9. Musica mental puede ser la que esta bien armada en la cabeza del compositor, A.S. era un hombre serio, un surrealista tipo Freud o Joyce, y el frances Edgard Varese era dada .No es lo mismo ser frances que aleman.
    Opino como Buñuel que la clave de la musica del siglo XX es la llegada de la Bateria

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  10. Siendo la emoción musical eminentemente personal y subjetiva, mera cuestión de gustos, llama la atención que algunos aborden el tema con tanta propensión al navajazo dialéctico, esgrimiendo a Stalin, la censura o la persecución.
    Yo a Schönberg no lo trago, pero no se lo achaco a él; es un asunto entre Schönberg y yo. Su música me irrita, o me molesta, o me encrespa, aunque lo más frecuente es que me aburra y termine por dejar de oírla, aunque siga sonando. Por supuesto, nunca me gastaría un duro en discos de este compositor.
    Dicho lo cual, reconozco que en la valoración de la música hay que andar con mucha cautela, pues se aprende a disfrutar de las rarezas musicales. Los ritmos frenéticos de Stravinsky fueron abucheados en sus primeras interpretaciones, pero hoy muchas personas son capaces de disfrutar de ellos. Bruckner fue menospreciado, sin embargo su cuarta sinfonía, por ejemplo, recibe hoy adoración casi universal. Las yuxtaposiciones temáticas de Mahler, lejanas al concepto de "desarrollo" fueron muy criticadas y dieron lugar al chiste de que Gustav ponía fin a sus movimientos cuando su mujer le llamaba para comer. Pero muchas obras de Mahler son apreciadas hoy por públicos muy amplios.
    Se diría que existe un gradiente entre las músicas más inmediatas, que se disfrutan casi sin aprendizaje, quizás por ser más concordantes con la organización cerebral humana, y aquellas otras músicas "duras", que requieren un aprendizaje arduo. El mejor ejemplo de las primeras sería la música de Mozart, con su naturalidad celeste y su inigualada fluidez. Entre las más duras estaría la obra de Schönberg, experimentalista y exploratoria, ya en la "banlieu" del sistema perceptivo y auditivo humano. Bach sería el músico universal capaz de escribir en todos los grados de dificultad y registros posibles (en buena medida creados por él), desde el sencillo Concierto Italiano hasta, digamos, las Variaciones Goldberg.
    Cuando se trata de música, o de arte en general, es inevitable referirse al fenómeno del papanatismo, o "beatería de la cultura", en feliz expresión de Francisco Umbral, que empuja a muchos a las adherirse a las ultra-vanguardias por el pánico de quedar como provincianos o pardillos. Siempre fue turbia la valoración artística, pero más hoy día, cuando el valor de un cuadro puede ser determinado por el nombre de un marchante o de la galería que acepta exponerlo, y el valor de una composición por el director que acepta interpretarla. Subjetividad y, por añadidura, desvirtuada. Ahí es nada.
    Horacio Céspedes

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  11. Si para muchos Pedrito era más listo que el hambre, la hemos jodido y la seguimos jodiendo.

    Mientras persista la lucidez popular estaremos salvados.

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    1. ―¿Pedrito o Pablito? ―pregunta lo que queda de pueblo por si pudiera salvarnos.

      De vuelta al de Israel y para quien desee escuchar la música que a Dios remitía aquel judío germanohablante del siglo pasado.

      https://www.youtube.com/watch?v=F1TP-2yDYp4

      "Moses und Aron" de Schönberg à l'Opéra de Paris – ARTE Concert (subtítulos en francés, dos horas).

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    2. Me refiero, con toda ironía, a la lucidez que tiene su origen en la visceralidad.

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  12. Muy bueno. Supongo que algunen tiene que ver al emperador desnudo.

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