"HOY, en el incontenible chaparrón de las repititivas y omnipresentes conversaciones televisivas sobre la secesión de Cataluña del resto de España el argumentario es, por ambas partes, tan innumerable y variopinto que resulta difícil, si no imposible, adivinar quién es independentista y quién no", ha escrito Sánchez Ferlosio en El País y desde lo más alto de la Peña de Francia. Pues debe de ser el único no ya que no lo adivina, sino que no los distingue.
El principio de reciprocidad, ha sido una sorpresa que todos los españoles podemos optar a la nacionalidad catalana, puesto que los catalanes que quieran seguir siendo españoles tienen derecho a serlo ( muchos no querrán, allá ellos ). Si todos pedimos la nacionalidad catalana, nacería una paradoja: Cataluña tendría más ciudadanos que España, a pesar de tener muchos menos habitantes ( por eso los catalanes dicen, que los españoles tendremos que pagarles las pensiones y puede que la deuda ). Al final resulta que avaricia y utopía son la misma cosa en este vodevil
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