11 octobre 2015

La raya invisible

HASTA hace no mucho Europa estaba llena de fronteras. Los de mi generación recordarán la angustia que producía, en tiempos de la dictadura, cruzar la que separaba Francia de España y el temor que muchos sentían de ser detenidos por tal o cual libro, revista o panfleto metido de matute aquí, camuflado entre la ropa. Las fronteras entre el Este y el Oeste eran aún más peligrosas, porque los que decidían cruzarlas, a menudo no se jugaban una confiscación o unas horas en la comisaría de la aduana, sino la vida. Hoy la mayor parte de las fronteras en Europa son rayas invisibles. Ese es el título, La raya invisible, de cierta exposición que puede verse estos días en Lisboa, sobre la frontera y los pasos fronterizos que hubo entre Portugal y España, abandonados y ruinosos, como viejos fortines inservibles. 

“El mundo es un Bilbao más grande”, decía Unamuno. Europa hoy es una casa común, y aspiramos a que se rija por  las mismas leyes que tratamos de aplicar en la nuestra. Aún debiera ser más generosa y solidaria, pero Europa ha hecho acaso más por los refugiados y migrantes que llegan a ella huyendo de la guerra o la pobreza que todos aquellos que tratan de levantar entre nosotros más fronteras. Estos últimos son los mismos, por cierto, que no dejarían jamás puesta la llave en la  cerradura de su propio piso, al tiempo que denuncian por inicuos los tratados de la Unión. 

Recordemos a Osama Abdul Mohsen. Su caso dio la vuelta al mundo: una reportera húngara, mientras filmaba una carga policial en la frontera serbia, lo derribó de una zancadilla miserable, a él y al niño que llevaba en brazos, con el solo propósito de fabricar la realidad y la noticia a su medida. El resto de la historia es conocido: el representante de una asociación de entrenadores de fútbol, conmovido por las imágenes y el pasado de quien era entrenador de fútbol en su país, decidió traérselo a Getafe, alojarlo a él y a su familia y darle trabajo. Asistimos hoy en Europa al auge de movimientos populistas que tratan de reactivar las viejas fronteras o de levantarlas nuevas, incluso para sus propios ciudadanos. Lo sucedido con cientos de miles de refugiados es esperanzador. Si Osama Abdul está aquí es porque antes había llegado a Munich, y pudo llegar a Getafe sin salir de casa. La suya y la de todos, diciéndose acaso: “Allí donde estoy bien, está mi patria”.

5 commentaires:

  1. Durante siglos (o más bien milenios) Europa fue un avispero en que cada Estado era enemigo real o potencial de otro.

    La sensación de inseguridad era enorme, pues los vecinos eran vistos como adversarios, y de ahí el patrioterismo tan extendido. (El estallido de la guerra de 1914 fue celebrado como una fiesta tanto en Francia como en Alemania).

    Las invasiones estaban a la orden del día. España fue invadida por Francia en 1808 pero antes España intentó ocupar militarmente Inglaterra bajo Felipe II. Las alianzas iban y venían. Muy poco antes de la invasión napoleónica (en que España estuvo con Inglaterra -y de hecho Wellington dirigió las tropas españolas contra Francia-), España había estado aliada con Francia contra Inglaterra en Trafalgar.

    Episodios más recientes fueron la guerra francoprusiana de 1870 y las dos guerras mundiales.

    En medio de todo eso, lo verdaderamente raro es que poco después surgiera la CEE y luego la Unión Europea. Esto sí que fue una maravillosa "anomalía" (en el sentido de acontecimiento raro y improbable que, sin embargo, sucede... y para bien).

    Aunque suene a un juego de palabras, occidente es un accidente: una afortunada excepción.

    Pero la memoria humana es frágil y hoy a algunos no les importa dar al traste con todo el proceso unificador europeo mediante la creación de nuevas fronteras intraeuropeas que actúan en dirección regresiva. En la dirección de repetir los viejos, los sangrientos errores.

    Y algunos de ellos, incluso, tienen la osadía de llamarse de izquierdas y de "unidad popular". No hay palabras.

    RépondreSupprimer
  2. Que el comentario resulte obligado en estas fechas no le resta curiosidad al hecho de que tanto Trapiello como Marías hayan dedicado sus columnas dominicales a tratar el trágico asunto de los refugiados que en riadas huyen de guerras y atrocidades. Pero la cuestión (esta sí de verdad muy curiosa) es que mientras el primero se congratula de pertenecer a una Europa generosa y hospitalaria, el segundo, muy en su estilo de coquetear por las ramas para precipitar en cinco renglones finales la conclusión objeto de su artículo (aunque ya la Aguirre está lejos de sus obsesivos dardos y para las procesiones de S. Santa aún quedan muchos meses) nos advierte del riesgo de que entre tanta pobre gente atemoriada se infiltren los terroristas de ISIS. No sé, esto de abrir los ojos de esta manera a los inocentes lectores del domingo es como recomendar no comprar coche (sea o no VW) si no se quiere tener accidentes de tráfico. Parece la suya una reflexión mezquina o, en todo caso, improcedente y melindrosa. Muchos, si a nuestro paso vemos a alguien tirado en la calle, ni somos capaces de controlar el impulso de intentar socorrerle ni calculamos el riesgo de que se trate de un impostor dispuesto a desvalijarnos. Y eso, por supuesto, tampoco significaría que poseemos una fibra mucho más humana que la de don Javier.

    RépondreSupprimer
  3. Buenos días:

    El día 20 de septiembre publiqué en mi blog: siroco-encuentrosyamistad.blogspot.com reseña sobre su Quijote .

    Asímismo, hoy mismo me ha comunicado la Jefa de Sección de Bibliotecas de la Universidad de Málaga que han adquirido ejemplares de su obra a recomendación mía, que como colaborador habitual externo a dicha Universidad parece algún peso he tenido en la decisión.

    El día 28 me ha prometido la publicación en el blog de la Biblioteca General de dicha Universidad (UMA) de dicha reseña.


    Gracias por su trabajo

    Víctor M. Pérez Benítez
    poeta y coordinador de actividades de la Asociación Capitel-Amigos de las Bellas Artes.
    636598382
    C/Guzmán El Bueno, 1, 2º B CP 29017
    (aquí tien Vd su casa)

    RépondreSupprimer
  4. Muy importante hablar de Europa como ente único, la vía es esa y me alegro se vaya teniendo en cuenta, para que vamos a mirar atrás si no hay nada ejemplar en ello,
    Rusia va con todo en Siria, y seguro obliga a Arabia y los países del Golfo a pagar la reconstrucción para que vuelvan los sirios emigrantes, cierto que antes los rusos emplearan infantería para rematar al ISIS, es imposible parar a Putin y está encantado de hacer el trabajo sucio o limpieza, y exhibir tecnología bélica.

    RépondreSupprimer
  5. la mayor mega construcción de la historia es el muro Atlántico que hicieron los nazis, el muro estuvo silenciado por lógica, pero no deja de ser un alarde, es justo conservarlo a pesar de su origen. Discovery Max creo tiene en la Red una excelente serie al respecto

    RépondreSupprimer