1. LOS populistas no tienen empacho en parasitar los eslóganes de sus contrarios. Es fácil imaginar hoy la jactancia de los trumposos: Yes, we can, que traducido a nuestra áspera lengua recuerda a la réplica de Celia Gámez de aquel famoso "No pasarán": "Ya hemos pasao".
2. A tres bandas. Trump fue el primero en celebrar el Brexit. Putin el primero en celebrar a Trump y Tsipras (y con él Podemos,Yes, we can) el primero en celebrar a Putin.
3. Este es el triunfo del resentimiento y la mentira. El resentimiento: el sueño americano está hoy más en Europa que en los Estados Unidos. Y la mentira: "Yo os devolveré el antiguo esplendor americano…", gran oxímoron, antiguo y esplendor. Se habla con nostalgia a veces del ancien règime (Chateaubriand) precisamente porque ese régimen no era antiguo, sino muerto.
3. Este es el triunfo del resentimiento y la mentira. El resentimiento: el sueño americano está hoy más en Europa que en los Estados Unidos. Y la mentira: "Yo os devolveré el antiguo esplendor americano…", gran oxímoron, antiguo y esplendor. Se habla con nostalgia a veces del ancien règime (Chateaubriand) precisamente porque ese régimen no era antiguo, sino muerto.
4. Pero lo más desolador de todo es que ni uno solo de los casi sesenta millones que han votado por Trump es mejor que él.
Mal de muchos consuelo de tontos, pero más que mal, peor andan por ahí fuera si eligen el Brexit y el Trump. ¿Qué será de nosotros, pobres subsidiarios?
RépondreSupprimerGracias.
RépondreSupprimerCierto, Andrés, pero permíteme que añada unas notas.
RépondreSupprimer¿Qué diferencia hay en el tono con el que se gritaba y con el texto con el que se enunciaba: Großdeutschland y Make America great again!?
Dicen que ya tuvimos un Berlusconi y no pasó nada. Así fue, aunque algo les pasó a los italianos, pero este tiene un potentísimo ejército alimentado por una industria devoradora de beneficios. Dicen... que al final el Sistema amortigua los excesos y nada ocurrirá.
También lo decían en los años treinta y, buscando la Großdeutschland, el espacio vital necesario para el bien de “su gente”, inició una guerra.
Puede que toda la campaña electoral fuese una farsa, una impostura y todo haya sido fuego de artificio del que nada quedará en la noche. Me temo lo peor, que fuese realidad con la que se constituyen las tragedias.
Muchos votantes de Trump piensan que pueden poner aranceles a los productos chinos o japoneses, pero en cambio los productos de EEUU podrán venderse libremente en Japón o China. También creen que pueden competir internacionalmente sin contar con la mal pagada mano de obra hispana, o sin la deslocalización de talleres al norte de México. Pronto verán que ni lo uno ni lo otro.
RépondreSupprimerEl proteccionismo y la autarquía se abandonaron por algo: porque no generaban bienestar.
La única forma de que la autarquía resulte próspera es mediante el imperialismo o colonialismo.
Si se cae en esta última tentación (también eso ocurrió en el pasado), puede ser el fin de la humanidad, pues la experiencia demuestra que el imperialismo conduce indefectiblemente a la guerra.
Nunca dejó de haber imperios. Ni guerras.
RépondreSupprimery la humanidad, ahí sigue.
Sólo que los imperios antiguos eran conquista pura, y morían de hipertrofia.
Los modernos (EEUU) son como dragones con narcolepsia, que a ratos duermen y a ratos sueltan una llamarada (preparémonos).
Dicha alternancia la deciden las urnas, hoy día. Y lo saturados que estén los arsenales.
No es que 60 millones "sean como Trump", por otro lado. Es que la mentalidad (la idiosincrasia) del país es esa, no nos engañemos.
Se siguen viendo a sí mismos como aislados en un círculo de caravanas, disparándole a los indios.
Aunque no todos allí son de esa manera, por fortuna. Algunos siguen el camino recto al lado de las vías. Con el hatillo al hombro, buscándose la vida como en cualquier parte.
Mientras el sol del imperio (y del sueño) cae en el horizonte lentamente.
Dentro de tres meses, el 90% de los liberal-conservadores que aborrecían a Trump comezarán a alabar sus juiciosas políticas estilo estado de obras liberal, un contrasentido y un camelo, un oxímoron y una creencia mágica. Y dentro de seis, incluso elogiarán su buen gusto. Nueve de cada diez firmantes de Libres e Iguales harán lo mismo, no se crean otra cosa. Se admiten apuestas, razón aquí.
RépondreSupprimerSería magnífico que ocurriera eso: sería una prueba de que Trump habría dejado de ser machista, racista, xenófobo y populista. Lo que no me cabe ninguna duda, escribiendo lo que escribe aquí, es que usted probablemente seguirá siendo el mismo.
SupprimerY mira por dónde 30 horas después de escribir esto aquí Fernando Savater, de Libres e Iguales, cómo no, escribe algo que quizás además le haga pensar. Nadie podría decirlo mejor. Lea, lea. No espere seis meses para saber si ha ganado la apuesta del fantasma:
Supprimerhttp://internacional.elpais.com/internacional/2016/11/11/actualidad/1478883603_653674.html
Esto no viene a cuento, pero es que estoy terminando Sólo hechos, y esa lectura me lleva a esta noticia, que contiene un pie de foto bastante cojo.
RépondreSupprimerhttp://www.lavozdegalicia.es/noticia/carballo/2014/04/08/carballo-exorcismos-posesiones-diabolicas/0003_201404C8C12991.htm
¿Y qué tiene de malo, a priori, el populismo? La RAE define:populismo
RépondreSupprimer1. m. popularismo.
2. m. Tendencia política que pretende atraerse a las clases populares. U. m. en sent. despect.
Es de una tosquedad llamativa englobar "los populismos" en la misma adscripción política, puesto que solo tienen en común la apelación a las bases sociales. Es el mismo caso que si se afirmara que los cuchillos son todos peligrosos..., sin diferenciar la faca del maleante del escalpelo del cirujano. Pero malicio que esto lo saben sobradamente los detractores de cierto populismo muy en boga por estos secarrales.
Son "así" porque han mamado una cultura basada en la violencia y en la depredación..., que justifique las escrituras de propiedad de los pioneros. Bestialidad humana en estado puro. Lo más jodido es que siempre pretendieron darnos lecciones de democracia y libertad.
RépondreSupprimerNo sé si "pretendieron" o no semejante cosa. Lo que sí sé es que sin su intervención en la 2ª Guerra Mundial, probablemente se hubiera impuesto Hitler, o en su defecto Stalin, productos ambos genuinamente europeos y, en cuanto tales, sin duda irremediablemente superiores al Trump, no vamos a comparar, bueno estaría.
SupprimerDice usted bien: en su defecto Stalin. Porque, le guste o no, quienes derrotaron al Tercer Reich fueron los de la partida del georgiano mostachón. Sin ellos otro hubiese sido el desenlace.
RépondreSupprimerClint tampoco es mejor?
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