29 août 2011

Quita tus sucias manos del Guernica

Como apenas han pasado un par de meses de aquel artículo, “La peineta y el arete”, podemos dar a este el carácter de prolongación de aquel, no de repetición empachosa. Sí, sabíamos todos las cosas que iban a decir y hacer los de Bildu: pedir la liberación de sus presos, bailarles el aurrescu en cuanto salieran de la cárcel, darles su nombre a las calles en aquellos pueblos en los que gobernaran y una pensión no contributiva por todo el tiempo que la sociedad les hizo perder metiéndoles en prisión..., en fin, alta costura, aunque en aquel artículo se ponía el acento, sobre todo, en los complementos: sus cortes de pelo y otras señas de identidad, moscas, tufos en el cogote, aretes, camisetas sudadas...

Pero nadie nos habló de los pañuelos blancos. Acabamos de vérselos a los familiares de presos etarras, invitados por primera vez por las autoridades aberchales a formar parte de la comitiva oficial de festejos de las fiestas de Vitoria. Todos sabemos lo que un pañuelo blanco significa en la lucha por la conquista de derechos civiles. Los llevan las mujeres de presos políticos cubanos y, principalmente, quienes los han popularizado en todo el mundo como símbolo de la resistencia pacífica de las víctimas: las madres  y abuelas de la plaza de Mayo de Buenos Aires que reclaman justicia desde hace años para los crímenes de la dictadura militar que asesinó a sus hijos e hizo desaparecer a sus nietos. 

Los familiares de los presos etarras han debido de pensar que lo del pañuelo era una gran idea, ya rodada, y se han apropiado de ella,  convencidos de que una de las prerrogativas de los vencedores (y ellos, como el Führer, han ganado en las urnas) es escribir la historia: los presos etarras no sólo son los verdugos de unos cientos de víctimas inocentes, a las que quitaron la vida, y de millares más a las que han quitado durante cincuenta años las ganas de vivir en el País Vasco, sino que no tienen empacho en presentarse... como víctimas. Tras la alta costura, el márketing a gran escala. Y todo terminaría aquí si no hubiesen querido llegar más lejos: han estampado en esos pañuelos un trozo del Guernica. Ese alegato contra el fascismo lo pintó Picasso y lo pagó el Estado español (y a precio de oro, por cierto). Lo razonable es, pues, que el Estado persiguiera y prohibiera el uso fraudulento y partidista de algo que es de todos. Y ya que no podemos impedirles el escarnio de los pañuelos blancos, alguien al menos debería pedirles en nuestro nombre que quitaran sus sucias manos del Guernica, porque entre otras razones Eta ha asesinado tres veces más que las bombas alemanas que cayeron en ese pueblo en 1937. Y si el Gobierno no quiere defender al Estado, porque considera haber derrotado ya a Eta, debiera hacerlo cualquiera de estas sociedades de gestión, Sgae o Vegap, que se apresuran a cobrar los derechos de autor en las peluquerías o a cualquier modesta editorial que ha reproducido tal o cual viñeta sin pasar por caja. Incluso nos valen los herederos de Picasso. ¿No venden o vetan estos al año mil pequeños negocios que se sirven del nombre o de alguna imagen de su ilustre pariente? Al menos estos primeros meses. Hasta que nos vayamos acostumbrando.
                                                    [Publicado en el Magazine de La Vanguardia el 28 de agosto de 2001]

8 commentaires:

  1. Una pequeña corrección:
    O se escribe "Gernika", en grafía vasca, o "Guernica", en grafía castellana. Pero nunca "Guernika". Un saludo y adelante con el blog y con tantas otras cosas.

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  2. Gracias a ud. por esos impagables diarios.

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  3. De acuerdo en todo, pero con una matización: la tal Hebe de Bonafini, líder de las Madres de Mayo, dijo hace algún tiempo que los presos etarras "son para el mundo un ejemplo de dignidad y de resistencia", o sea que alguna conexión ya había entre unas y otros. (De hecho, parece ser que se produjo una escisión en el movimiento y ahora hay dos, el de la "Línea fundadora" -que rechaza a Bonafini- y el de las "Madres"). Y otra cosilla: parece ser que, según un reciente estudio de los historiadores Vicente del Palacio y José Ángel Etxaniz, de la asociación Gernikazarra, el número de muertos en el bombardeo puede cifrarse en 126, con lo que -por seguir con la comparación que usted hacía- la proporción entre estas víctimas y las de la ETA no sería del triple, sino de casi ocho veces más... David Fdez

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  4. Pañuelos blancos que envuelvan las rosas blancas que hace poco les mandaron en ofrenda de paz las bardem y cía, pues de hombres y de mujeres de paz al cabo hablamos, como Irene Villa y Ortega Lara en sus carnes bien saben.

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  5. Utilización perversa del pañuelo blanco por parte de los etarras y seguramente de la Bonafini. Pero hay una diferencia elemental: Bonafini tendrá motivos, los etarras ninguno.

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  6. Magnífico artículo, fundada idea, incuestionable imputación. Lo malo de todo esto es que no hay una sintonía de voces diciendo lo mismo, sin ir más allá ni quedarse más acá. Siempre he tenido un sueño: cada vez que veo a esa gente mayor defendiendo a los condenados por ser asesinos, sí, solo por eso motivo están en la carcerl (no olvidemos que "tanto peca el que mata como el que tiene por la pata"), digo que, cada vez que los veo, sueño con que puedo acercarme a ellos y preguntarles: ¿sabe que su hijo, su sobrino, su yerno (o lo que sea) mató de un tiro a mi hijo, destrozó con la metralla y la dinamita que él eligió cuidadosamente mientras hacía chascarrillos con sus colegas el cuerpo de mi marido? ¿sabe que él es simplemente un asesino? Y por último, nadie debería olvidar que el tiro en la nuca es la firma del fascismo

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