"La del alba sería cuando se detuvo al sedicioso Govern y a la presidenta y demás miembros de la Mesa del Parlament. No esperaron a que amaneciera. Era el gran día. Diferentes corchetes de las fuerzas constitucionales los encontraron en sus casas, algunos aún en la cama. Ninguno de ellos opuso resistencia. El President, ronco de haber gritado la víspera, "vamos a cambiar la historia", fue incluso más obsequioso: "¿Quieren ustedes tomar alguna cosa?", preguntó a los guardias civiles. Se habría dicho que estaba no sólo esperándolo, sino deseándolo, para salir de aquel mal paso. De sus casas se los llevaron a diversas dependencias, donde aguardaron que todo transcurriera tranquilamente, preparando, quien más quien menos, una gran frase para la posteridad, para pronunciarla en cuanto se vieran libres, sin sospechar que a algunos les esperaban de tres a quince años de cárcel".
Quién nos hubiera dicho hace cuarenta años que la Cataluña vanguardista, culta, referente y hasta envidiable, nos iba a terminar despertando rabioso sentido de unidad nacional, simpatía y respeto por la guardia civil e incluso tentación de colgar la bandera en el balcón.
RépondreSupprimerEstábamos equivocados entonces, igual que nuestros irrenunciables convencimientos ideológicos apenas aguantaron el paso del tiempo. Y quien se niegue a reconocerlo sufrirá la ira de la conciencia,esa pringosa compañera que descubrimos cada mañana cuando nos miramos en el espejo.
Totalmente de acuerdo con usted pero muy disgustada porque estas reflexionesse lean tan poco!!
SupprimerSe agradece que alguien replique en un blog sin insultar, mofarse, contradecir o discernir frontalmente del modo más desagradable y ácido posible. Se nota que usted, a diferencia de los francotiradores, no tiene complejo de inferioridad. Buena tarde.
SupprimerComo llama la atención la ausencia de comentarios de los mas habituales en esta pagina. Nos hemos quedado todos pasmados. Se ve que eso del liderazgo es harto difícil. Y formar parte del conjunto ni resuelve ni satisface.
RépondreSupprimerGracias AT por mantener el tipo.Yo tampoco se que decir pero estoy muy disgustado por esta marraneria de políticos que tenemos y esta ausencia de reacción que nos entontece.
La desobediencia flagrante de los mozos a la legalidad que les obliga, fue la causa de que la jornada de ayer transcurriera con más violencia de la previsible. Pero este pequeño detalle apenas se comenta y se obvia, lo que vende es la foto de los encontronazos al ofrecer los votantes resistencia a la autoridad, cuya respuesta fue igual de contundente que la que observamos en cualquier país de esa Unión Europea que ahora se escandaliza. De haber ocurrido en Francia o Alemania, estados que cubren los puestos de policía con monjas, el silencio prudente se hubiera impuesto. Da pena que la leyenda negra nos siga escribiendo el guión de nuestro destino y que nosotros mismos la rubriquemos con apasionamiento acomplejado.
RépondreSupprimerVivo en Barcelona desde hace más de cuarenta años. Ahora tengo pesadillas. Me levanto y me miro en el espejo a ver si tengo tres ojos, o uno, o tres brazos o mis manos tienen siete dedos en lugar de los cinco reglamentarios. Compruebo que soy como todos. Entonces, ¿por qué me odian?. ¿Tan despreciable es haber nacido en Avila?. Ni puedo ni quiero cambiar esa circunstancia. Por otra parte estoy seguro de que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. De forma artificial nos han creado un serio problema que nunca habíamos tenido.
RépondreSupprimerMagnífico. Así es mucho más ameno todo esto.
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