LA vida que a veces nos lleva lejos como hojas secas, también trae de vez en cuando hasta donde estamos hojas secas llegadas de lejos. Hace unos días un amigo, que conoce mi interés por la tipografía en relación a la literatura, me regaló, en estado prístino (que dicen en el oficio), ni siquiera plegadas, como recién salidas de la máquina, unas docenas de las cubiertas que Mairata hizo para Afrodisio Aguado. Publicó este en los años cuarenta y cincuenta unos tomitos pequeños que conocen todos los amantes de los libros viejos. Eran ediciones de obras populares y célebres, pero en algún caso (El efímero cine, de Azorín) también recopilaciones que veían entonces la luz por primera vez.
Al preparar esta entrada y buscar en internet más datos de su autor, me encuentro con una página web de Mairata muy completa en la que se nos da noticia de su vida y un gran número de sus trabajos, entre ellos los que yo pensaba mostrar aquí. Muy en la onda de Manolo Prieto, del que era amigo, (ya sabéis, el autor del toro de Osborne y de las fabulosas portadas de la colección de "Novelas y Cuentos"), Mairata ha acabado teniendo un encanto y aire de época que no es inferior a ningún encanto y aire de época de ninguna época.
Van aquí dos de las cubiertas que no están en su página. Una, a mi modo de ver, buena, y otra muy mala, y aparte de cursi, terrible, por el mensaje que encierra. Todo su trabajo es desigual. Entre sus trabajos notables, este cartel de Iberia que he encontrado especialmente feliz y que no he sabido reproducir con mayor calidad, por lo que pinchando aquí, se verá mejor. No sé si los trabajos de Mairata son superiores o inferiores a las cubiertas o portadas y carteles que vemos hoy. ¿Eso quién puede decirlo? Los que reconocemos en ellos nuestra infancia, acaso no podamos dejar de evocar los años del franquismo, para el que ese hombre se ve que trabajó lo suyo. Pero lo cierto es que el franquismo pasó, y su trabajo aquí lo tenemos, ingenuo, decoroso y jovial.
Tengo dos tomos de las Poesías de Fray Luis(I y III)de Afrodisio Aguado.Efectivamente, es Mairata el ilustrador de la portada.
RépondreSupprimerYo hice la catalogación de la Obra de Manolo Prieto para el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María: es desde luego sorprendente en tamaño y calidad, y "su" Toro -con permiso de Osborne- se entiende mucho mejor en el contexto de la obra completa, llena de talento, poderío y chispa.
RépondreSupprimerEl PP, que gorbierna en el Puerto actualmente, no tiene mucho dinero y ningún interés en agilizar los trámites para exposición de los fondos de su Fundación. Una pena, le haría mucho bien a Prieto, y sobre todo al maltratado Patrimonio del Puerto.
Jaime Máiquez
He visto su pagina y es un artista excepcional , lo de cursi se me hace raro ya que no deja de ser algo insultante y prejuiciosa ,tampoco se ajusta a la realidad de la ilustración que tiene un toque naif pero no deja de denunciar la realidad de forma sutil .
RépondreSupprimerLos artistas de ahora no tienen la fuerza y el talento de los del siglo pasado , eso sí aquí hay mas artistas que ventanas pero ninguna figura que empuje del carro y muy pocos profesionales de perfil alto
Un saludo
Saludos
«HAMLET.-- ¡Vete a un convento! ¿Para qué habías de ser madre de pecadores?»
RépondreSupprimerCasada o monja… ¿otra alternativa? Sólo en una "canción de comba” de nuestra infancia la había: "Quisiera saber mi vocación: soltera, casada, viuda o monja."
Tan constreñida la libertad femenina en el Siglo de Oro, la vida religiosa podría ser, en cierta forma, una válvula de escape, y ofrecer un margen de independencia vedado a la mujer casada.
Así puede verse una admiración condescendiente de Fray Luis de León hacia Santa Teresa de Jesús:
(…) « Que un milagro es que una mujer, y sola, haya reducido a perfección una Orden en mujeres y hombres. Y otro la grande perfección a que los redujo. Y otro y tercero, el grandísimo crecimiento a que ha venido en tan pocos años y de tan pequeños principios, que cada uno por sí son cosas muy dignas de considerar. Porque no siendo de las mujeres el enseñar sino el ser enseñadas, como lo escribe San Pablo, luego se ve que es maravilla nueva una flaca mujer tan animosa, que emprendiese una cosa tan grande y tan sabia y eficaz, que saliese con ella y robase los corazones que trataba para hacerlos de Dios, y llevase las gentes en pos de sí a todo lo que aborrece el sentido.»
Carta de Fray Luis de León "A las madres", Priora Ana de Jesús y religiosas carmelitas descalzas del monasterio de Madrid.
"Ayudad a llorar a vuestro Dios". SANTA TERESA DE JESÚS.
SupprimerEs muy usada la palabra cursi entre los escritores españoles, a mí me parece una cursilería utilizarla, con respeto a Andrés Trapiello. He leído para designar ese concepto el término camp o estética camp, cuando comencé a leer sobre estética en los libros de Sontag que trataba sobre la cultura de masas a la que pertenece la publicidad, leí aquel libro titulado Contra la interpretación, una obra de los 60, estaba en casa, o posteriormente apareció en las revistas de arte norteamericanas en los 80 el término kitsch que, en plena postmodernidad se puso de moda. Camp fue como se comenzó a llamar a la furia de los bibelots, en la línea estética de la decoración de elementos como las las esculturas de Lladró y toda la estética delicada, femenina o más bien feminoide, no sé muy bien cómo se podría nombrar la categoría estética que reúne cierta ingenuidad y falta de fuerza en una obra, por excesivo sentimentalismo y decoración superflua casi siempre.
RépondreSupprimerLa obra gráfica de Mairata tiene piezas muy buenas otras menos, pero como pasa a menudo la excelencia es singular y es maravilloso en mi opinión que así sea.
El sitio ganaría y la obra podría apreciarse mejor si mejoraran el diseño y utilizaran un tono neutro para presentar su trabajo.