14 mars 2013

Mundillo

"LA desaparición de figuras como Benet o Barral ha dejado sin referentes el mundo literario", leíamos en el destacado de cierto artículo publicado ayer. En el texto se añadían los nombres de otros escritores desparecidos, igualmente causantes según el articulista de la orfandad (Gabriel Ferrater, Juan García Hortelano, Carmen Martín Gaite, Carlos Barral, Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo, Claudio Rodríguez, Ángel González, Manolo Vázquez Montalbán), y el de otros vivos (Caballero Bonald, Sánchez Ferlosio, Ana María Matute, Rosa Regás o Marsé) que el día menos pensado la agravarán aún más. 
Desde luego hemos de respetar la admiración, amistad y magisterio que sientan o reconozcan los entrevistados en ese artículo por todos o por algunos de esos escritor*s, pero ¿qué sucederá con aquel que no los comparta y por tanto, quien no se sienta en absoluto huérfano de ellos (aunque podría sentirse así respecto de otr*s, no citados en ese artículo)? En este caso podrá pensar que ni él forma parte del mundo literario tal y como es entendido en ese artículo ni formaron parte de él las personas que fueron sus maestros, tampoco mencionados en él, quién sabe si providencialmente.
Por otro lado, no sabemos qué sean o no los referentes. Seguramente para muchos jóvenes, algunos de los entrevistados, Azúa o Savater, por ejemplo, son hoy más referente literario que García Hortelano, Barral, Benet o JA. Goytisolo, de los pasados, o que CBonald, Marsé, Matute o Regás, de los presentes. Seguro. No creo que los jóvenes sientan esa orfandad ni crean haberse quedado sin referentes. Por suerte para todos. Lo otro me parece más cosa de viejos que dicen: se van los mejores (una versión atenuada del cada vez quedamos menos).
Sin entrar en consideraciones de otro calado, a saber: que la orfandad la sentimos respecto de personas, no de obras, y por tanto, si hablamos de literatura, tanto tendría que darnos hablar de Cervantes o de otr*, pues, en lo tocante a obras, todas, si son buenas, siguen vivas, o sea, presentes, y que todo lo demás son ganas de hablar.
* * *
VIDA literaria es un oxímoron, o es vida o es literaria. 
* * *
MUY bien le puso el nombre al mundo literiario quien lo llamó mundillo, de ruido inversamente proporcional a su diminutivo: mundanal ruido.


El Rastro, 23 de septiembre de 2012

10 commentaires:

  1. Lo que pasa es que los autores nuevos están ya "fijados" y su vida se confunde con su obra. A mí me sucede, por ejemplo, con Stefan Zweig: admiro su obra tanto como su vida. Los autores nuevos pueden depararte sorpresas desagradables: crees admirar a alguien y de pronto hace algo decepcionante (alguna salida de pata de banco, algún comentario machista, apoyar al PP...: cosas así) y entonces el modelo se te viene abajo. Quizá por eso "el artista bueno es el artista muerto".

    También pasa que hay poco tiempo para leer y entonces una no puede perder tiempo buscando nuevos valores literarios, porque para encontrar un príncipe (una buena obra) hay que besar muchos sapos (libros malísimos). Y entonces es tiempo perdido. En cambio los autores clásicos nunca decepcionan: son un valor seguro.

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    1. Con comentarios tan simplones como "lo de apoyar al PP" me cuesta trabajo imaginar tu supervivencia en ese Gulag donde hay más guardianes rabiosos que prisioneros sumisos. Parece mentira lo que viene siendo la poesía y lo que viene siendo el gregarismo corifeo.

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  2. Cuando la literatura
    se nos casó con la vida
    no hubo voda ni hubo Vuda.

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  3. Cuando la literatura
    y mi vida se casaron,
    hubo boda y no hubo Buda.

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  4. "VIDA literaria es un oxímoron, o es vida o es literaria".

    Sí, puede ser verdad en cierto sentido, pero al final toda vida es, de alguna manera, literatura. Quizás sólo una existencia roma y puramente práctica quede fuera de este registro.

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  5. Ya se sabe, el arte no es tan breve como la vida, y no hay más remedio que establecer prioridades a la hora de buscarse el propio "alimento". Porque de alimento se trata. Lo demás: ruido y "mundillo literario".

    El alimento de los clásicos. Lo dice Italo Calvino: "Un clásico es una obra que suscita un incesante polvillo de discursos críticos, pero que la obra se sacude continuamente de encima".

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    1. Igual de concisa que de lúcida, Maruchi.
      Es tan difícil como imprescindible saber ponerle perspectiva a la distorsión para que no salpique. La pobre cultura está defendida a veces por sus propios enemigos. Y tontos hay que aceptan el papel de monaguillos.

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  6. Desconozco el mundillo literario pero imagino que pasará lo mismo que en cualquier ecosistema cerrado. Tendrá sus referentes indudables, así como quienes prosperan y medran en esto de la canonización, estableciendo simbiosis, hasta con cierto grado de parasitismo, con los que tienen indudable mérito. Son los críticos como las lianas que apoyándose en la firmeza de los árboles aspiran a alcanzar algo de la luz y del aire puro que bañan las copas de los gigantes vegetales. Como las lianas, los críticos carecen de raíces profundas, son aéreos, trepadores que no dudan en colonizar otro árbol si ofrece mejores garantías de llegar más alto en la claridad diáfana de la fama y de los medios y desde esas alturas mirar con desprecio la lucha por la vida que se desarrolla en la oscuridad selvática del mundo inferior. Y sin embargo, debiera ser precisamente esa su tarea: ver la bullente vida de la selva literaria, dar cuenta de quienes pugnan por alcanzar la luz respondiendo a una naturaleza auténtica y con profundas raíces en el humus de la tradición y de la vida.

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  7. Los citados no son referencia para ningún aficionado , he leido alguno y son parsimoniosos y aburridos , no me aportan nada ni me interesan . Una referencia es un Galdós , un JRJ un Borges , me gustan más Vargas , Saramago o Marquez que sí han sido y son Referencia . El Nobel se les da a los mejores por mucho que ciertos escritores nos quieran equivocar y no creo haya un español ( salvo Gamoneda ) que pueda ganarlo , un gran escritor actual tendría que ser reconocido y leido por el mundo anglosajón y tener carisma . El último referente fue Cela , que gustó a la aficcion ( que es lo importante y la clave de este negocio , algo que olvidan muchos profesionales escritores que no pasan de bueno pero que si se caen desde su ego se matan ) . En fin , distinguir lo muy bueno de lo excelente es lo que mola .
    Estoy leyendo " el regreso de Sandokan " de Paco Ignacio Taibo II y me parece muy bueno , no me cabe duda que tenemos grandes escritores pero
    todos los países los tienen .
    Saludos

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  8. Tampoco caigamos en el maximalismo cotrario, esos señores si han sido referencia para mucha gente, para muchos aficionados entre los que me cuento, y para muchos escritores. El promlema es el tono del artículo como si hubieran sido la "única" referencia, y eso no es correcto. Referentes han habido muchos otros....

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