17 février 2013

Arco, 2013


LOCO sólo, no basta; hay que ser loco y algo más. El loco sólo, marea. Y lo mismo puede decirse de la cordura. El cuerdo sólo, aburre o impacienta.

El Rastro, 2 de septiembre de 2012

15 commentaires:

  1. ¿Es la locura
    el punto de inflexión
    de la cordura?

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  2. http://www.youtube.com/watch?v=THp6wKy-NSw&feature=player_embedded

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    1. Muy buenos esos paisajes a pluma, colega.
      En mi época de Análisis, en el examen de pluma nos leían un fragmento de Platero y yo o algo parecido. El pobre burrito era un caballo o cualquier cosa con cuatro patas.

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    2. Pobre Dalí. Condenado a contemplar la erección de sus bigotes por toda la eternidad.

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    3. ELPRESENTIMIENTO DE LA LOCURA

      "(...) Toda forma de locura es tributaria del temperamento y de la condición orgánicos. Como la mayoría de los locos se reclutan entre los depresivos, la depresión es fatalmente más abundante que la exaltación alegre y desbordante. La melancolía profunda es tan frecuente en ellos que casi todos padecen tendencias suicidas. ¡Qué difícil solución es el suicidio cuando no se está loco!

      Me gustaría perder el juicio con una sola condición: tener la certeza de ser un loco jovial, sin problemas ni obsesiones, jocoso durante todo el día.

      A pesar de mi deseo vehemente de éxtasis luminosos, si estuviese loco no los desearía, dado que tras ellos siempre se producen depresiones. Por el contrario, me gustaría que un manantial de luz brotase de mí para
      transfigurar el universo -un manantial que, lejos de la tensión del éxtasis,conservara la calma de una eternidad luminosa, que tuviera la ligereza de la gracia y el calor de una sonrisa.

      Quisiera que el mundo entero flotase en ese sueño de claridad, en ese encantamiento transparente e inmaterial. Que no hubiese ya obstáculos ni materia, forma o confines. Y en ese paraíso, yo muriese de luz."

      E.M.CIORAN, EN LAS CIMAS DE LA DESESPERACIÓN, Tusquets Editores.

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    4. ¿Locura?

      Yudachi ya hadaka de norishi hadaka-uma

      Desnudo,
      sobre un caballo desnudo
      bajo la lluvia torrencial.

      ISSA, "Haiku de las Estaciones".

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  3. Un algo menos es el algo más: locuras o corduras aparentes, fuera, lejos de mí.

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    1. Pues sí, ¡Dios nos libre de locuras y corduras establecidas!

      Porque hay locuras perfectamente convencionales, sin embargo la racionalidad extrema puede abocar en una nada convencional locura.

      Lo que aburre mortalmente es lo "normal", sea loco o cuerdo.

      ¿Qué estatuto podría darse al Dalí publicista de chocolate?

      NIETZSCHE, escribe en “La Gaya Ciencia”.

      EL MAYOR PELIGRO. Si no hubiese habido en todo momento una multitud de hombres para quienes la disciplina de su cerebro - su “racionalidad”- ha constituido un motivo de orgullo, un deber, una virtud y que, como amigos del “buen sentido común”, se han considerado humillados y ofendidos ante cualquier delirio o divagación del pensamiento, ¡la humanidad habría perecido hace mucho! Por encima de ella se ha cernido siempre, con su mayor peligro, “la locura”, dispuesta a irrumpir – es decir, la irrupción de lo arbitrario en la sensación, la vista, el oído, el goce de la anarquía cerebral, el placer en el sin sentido, en la irracionalidad humana. Ni la verdad ni la certeza constituyen la contrapartida del mundo de la locura, pero sí lo son la universalidad y la obligación universal de una creencia, en pocas palabras, el no ser arbitrarios al juzgar. Y la mayor labor de los hombres hasta ahora ha consistido en lograr un acuerdo mutuo sobre un gran número de cosas y en imponerse una ley de la "unanimidad"--
      independientemente de que dichas cosas fueran verdaderas o falsas. Así es la disciplina cerebral que ha conservado a la humanidad -- pero los impulsos contrarios tienen todavía una fuerza tal que, en el fondo, apenas se puede hablar con confianza del futuro de la humanidad. Continuamente se mueve y se desplaza la imagen de las cosas, y puede que a partir de ahora lo haga más rápidamente que nunca; continuamente los espíritus más selectos en especial se alzan contra esta obligación universal -- ¡yendo en cabeza los exploradores de la verdad! Continuamente esta creencia, como creencia de todos inspira aversión y nuevos deseos insatisfechos a los espíritus más refinados; y el ritmo lento que esta creencia exige para todos los procesos intelectuales, este imitar a la tortuga, que aquí se reconoce como norma, permite a los poetas y a los artistas hacer el papel de tránsfugas: -- en estos espíritus impacientes irrumpe una auténtica ansia de locura, pues, ¡tiene un ritmo tan alegre la locura! Se precisan, pues, intelectuales virtuosos -- ¡Ah!, he de decirlo sin el menor equívoco --, se precisa una “virtuosa estupidez”, se precisan directores de orquesta imperturbables, capaces de ajustarse al ritmo lento del espíritu, para que los fieles de la creencia total continúen reunidos y bailando su danza: quien exige y quien manda eso es una necesidad de primer orden. “Nosotros somos la excepción y el peligro”-- ¡tenemos la necesidad de estar continuamente defendiéndonos! --Pero puede decirse algo en favor de la excepción, “siempre y cuando no quiera convertirse nunca en regla”.

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  4. lindos morillos en verdad, qué bien quedarían en mi chimenea.

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  5. Ziggy Sobotka , un loco de verdad . La corrupción es una enfermedad mental y cuando muchos locos se juntan generan terror y penumbra . Otra cosa es " dame trigo y llamamé gorrión " .
    Chao

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  6. Frase para descolocar a un despistado:

    La única diferencia
    entre un loco y yo
    es que yo no estoy loco.

    S.DALÍ.

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  7. “MORILLOS. Los cavalletes de hierro que se ponen en el hogar para sustentar la leña. Acostumbravan poner por remates dellos unas figurillas, por ventura en memoria de que en aquel lugar se reverenciavan los dioses lares, de donde tomaron nombre las llares, que es la cadena y garfio de donde cuelgan el caldero sobre la lumbre, y éstos, dichos, cavalletes, se pudieron decir lemurillos de los lémures, que son los duendecasas, que comúnmente dizen aparecerse en la cozina cerca del fuego. Y assí de lémures se dixeron lemorillos, y, perdida la primera sílaba, morillos; o porque aquellas figurillas están negras y tiznadas de color de moros”. (Tesoro de COBARRUVIAS, 1611).

    De aquellas trébedes, alguna pata negra nos falta ahora. El pesado canuto de hierro para soplarle a las brasas y el gato negro, “Morito”.

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