"LA carne es triste, qué le vamos a hacer, y he leído todos los libros". Ese, y no el del dichoso dinosaurio, es el cuento de terror más corto de la historia de la literatura. Y ni la carne es triste ni leeré jamás todos los libros, hasta ahí podíamos llegar.
Las Viñas, 13 de febrero de 2013 |
“CARNE Y ESPÍRITU. Es cierto, la carne es débil, pero no seamos hipócritas: el espíritu lo es mucho más”
RépondreSupprimerAugusto Monterroso, “Cuentos, fábulas y lo demás es silencio”, Alfaguara, pág 317
El cuento más corto del mundo es, a la vez, el más largo del mundo. Es éste:
RépondreSupprimer"Érase una vez la realidad. FIN".
Cuando se despertó, el dinosaurio estaba en la panza de un tanque rodando por el desierto.
RépondreSupprimerET MAINTENANT
RépondreSupprimer―Chair ou des livres?
―Tous les deux!
Pues con tu carne y un libro, hasta la orilla del mar, que hay brisa. Venga, ahora mismo.
SupprimerMI MUNDO
SupprimerLeo el libro de José Ferrater Mora "El mundo del escritor" con la vaga o secreta esperanza de descubrir el mío (...).
Existen los que dicen no haber vivido sino la vida de los libros. Yo no: he vivido, odiado y amado, gozado y sufrido por mí mismo; y he sido y mi vida ha sido eso; pero a medida que pasa el tiempo me doy cuenta de que siempre lo he hecho como si todo -- incluso en las ocasiones de mayor sufrimiento y en el momento mismo de ocurrir -- fuera el material de un cuento, de una frase o de una línea. Ignoro si esto es bueno o malo, si me gusta o no. (13 de octubre, 1984) AUGUSTO MONTERROSO, La letra e. Alianza Tres, 1987.
«P. GÁMEZ: ¿Por qué sostiene usted que un buen cuento será siempre un cuento triste?
SupprimerA. MONTERROSO: Cuando Bárbara Jacobs y yo hicimos la “Antología del cuento triste” reflexionamos sobre el género cuento y lo relacionamos con la vida. Encontramos que la vida presenta muchas facetas tristes; que la vida, vista profundamente, es triste, y esto por razones que no vale la pena mencionar ahora. n cuento es bueno, es cuando ha retratado bien la vida. Si retrata bien la vida y la vida es triste, el cuento será triste también. Bien simple punto de vista personal.
(…) No soy muy optimista. Y no lo soy porque siempre se contemplan muy superficialmente las cosas. La economía y el comercio se han erigido como únicos ideales de la vida. Existe una enorme confusión entre democracia y capitalismo. La democracia, en nuestros países, se reduce a unas elecciones cuando se logran. Y elecciones justas se logran muy pocas veces. La verdadera preocupación de las democracias debe centrarse en el combate contra la miseria, la desigualdad, la pobreza máxima en grandes capas de las poblaciones. América Latina es víctima de grandes cambios, es cierto, pero también es víctima de confusiones nunca antes vistas. Por eso le digo que no soy optimista. Y no lo seré hasta que no vea un verdadero compromiso de los gobernantes para resolver los problemas de la desigualdad en nuestro continente
P. GÁMEZ: Es usted autor de cuentos breves y brevísimos. Y ahí tiene un cuento como “El Dinosaurio” que está, paradójicamente, elevado por los "estudiosos" de su obra a la categoría de novela. Otros de sus cuentos están considerados como ensayos. ¿Cómo ve esto?
A. MONTERROSO: (risas…) ¿Y cómo quiere que lo vea? Imagínese al lector que se dirige a ese "ensayo" y se encuentra con que el texto, el famoso texto, consiste en una sóla línea…
(…) Aquel que se aventura a escribir cuentos, asume también el reto de hacer, de crear una obra de arte perdurable. En mi caso y en el de varios cuentistas latinoamericanos, buscamos que nuestros cuentos se relean. Hubo un concepto del cuento como materia desechable. Se leía el cuento y ahí se acababa todo. Y es que muchos cuentos latinoamericanos y europeos se basaban en un final sorpresivo. La receta estaba obsoleta. Nuestro trabajo es el de hacer obras que sean releídas. Se trabaja un cuento como se trabaja una novela. El cuento debe ser denso, intenso, desde la primera hasta la última línea. No importa el final ni importa la historia. Importa la historia por la forma en que esté contada.
P. GÁMEZ: ¿De dónde viene esa disciplina de orfebre que usted tiene a la hora de corregir textos?
A MOTERROSO: Soy autodidacta y empecé a estudiar desde muy joven literatura universal. Comencé por la literatura española, la de los siglos de Oro. Leía mucho a Cervantes, Quevedo, las primeras ediciones de las obras de Gracián. Durante años me encerré en la Biblioteca Nacional de Guatemala, porque tenía la idea de que si me convertía en escritor, debía conocer mi idioma. Le dediqué muchos años a mi formación. Fueron, han sido y seguirán siendo todavía muchas las horas de lectura y reflexión. Tuve que ir a la biblioteca porque era muy pobre y no tenía dinero para comprar libros nuevos. Así es que por obligación leí sólo clásicos. Eso me llevó a estudios más antiguos: a la literatura latina y a la griega, a las cuales me aficioné enormemente. Desde los griegos y los latinos la brevedad fue muy apreciada. Especialmente en la literatura latina se recomendaba la brevedad».
Entrevista para “Radio Nederland Wereldomroep” ya digitalmente inaccesible, al menos para mí.
http://www.rnw.nl/informarn/html/cul001027_monterroso.html
Precioso el cielo de mi infancia, ahí mismo, la lado de Las Viñas.
RépondreSupprimerSilogismos, no aristotélicos, de la Carne, el Espíritu, los Libros y el Dinosaurio.
RépondreSupprimer(Pondré el plural genérico masculino, el que regía antes de la invención de la arroba y asterisco).
ALGUNOS hombres no leen nunca libros.
La carne es triste sin libros,
luego, el dinosaurio tendrá que leer alguno.
ALGUNOS dinosaurios son herbívoros.
El espíritu es triste sin carne.
Luego, algunos hombres son dinosaurios.
TODOS los dinosarios vivieron en el pasado, y se extinguieron.
El dinosaurio de Monterroso, todavía estaba allí, cuando despertó.
Luego el tiempo es ilusorio, como bien demostró Zenón, y todos somos dinosaurios.
CARNE y espíritu son como "carne y uña", en el hombre.
Algunos hombres se jactan de su carne en demasía.
Luego, algunos hombres no tienen uña.
¡Ah, y a propósito del primer verso del poema de Mallarmé "Brisa Marina", empieza desolado… pero los seis últimos versos, son elegíacos, místicos casi.
Le va el oxímoron, Luminoso Pavor.
Cuando (hélas) me desperté, a Andrés Trapiello seguía sin gustarle Mallarmé.
RépondreSupprimerCambie por favor: dinosario > dinosaurio. De nada. Monterroso es muy grande.
RépondreSupprimerCarne trémula
RépondreSupprimerMatt White ( 55 ) con largo periplo en el Basquet español fue asesinado por su esposa por el hecho de consumir " carne joven " en internet . Pensilvania es un mal sitio para cometer un asesinato , la fratricida española estará pronto en el corredor de la muerte . La carne es débil y más cuando pasas de los 50 .
Saludos
¿Esposa o hermana? Si el pobre Matt fue asesinado por su esposa ésta ha cometido un viricidio.
SupprimerA fe mía que nos desviamos del asunto principal que "vertebra" esta hoja de nutridos comentarios. Cuestiones que son:
Supprimer"La chair est triste, hélas! et j´ai lu tous les livres."
Y el asunto del intemporal Dinosaurio.
“… y la carne que tienta con sus frescos racimos,
Supprimery la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos”.
“LO FATAL”. RUBÉN DARÍO descansa en paz, vayamos al AS. En tanto hay carne ciñendo las vértebras ―tout se tient― la desviación no es tan grande.
«AS.COM. 14 DE FEBRERO DE 2013. 13:11H.
La ciudadana española María Reyes García-Pellón fue detenida en el estado de Pensilvania acusada del asesinato de su marido, el exjugador de baloncesto Matthew White, según informó el diario local 'Philadelphia Inquirer'. White fue jugador de baloncesto en el equipo de la Universidad de Pensilvania entre 1976 y 1979, pero desarrolló su carrera profesional en España. Jugó en el Forum, el Club Naútico de Tenerife (1980-1981), el Cacaolat Granollers (1986-1988), el Club Deportivo Oximesa (1988-1990), el Club Bàsquet Sant Josep Girona (1990-1992) y el Gijón Baloncesto (1992-1993). Según fuentes de la policía local citadas por el periódico, García-Pellón apuñaló a su marido en la cama mientras dormía la madrugada del lunes tras haberle sorprendido viendo pornografía. El crimen se cometió en la vivienda de la pareja en Nether Providence, una localidad del condado de Delaware en Pensilvania.
Horas después de su crimen, el lunes por la tarde, García-Pellón fue a casa de unos amigos y les contó lo sucedido. "Le pillé viendo pornografía, a niñas jóvenes. Amo a los niños. Tuve que hacerlo", dijo a la policía al ser detenida y acusada de asesinato. La española trabajaba como profesora de apoyo en una escuela primaria de Nether Providence, según el Philadelphia Inquirer».
La novela de tu vida desgraciaste ya del todo. Qué te pasó, reina mía. Saludos.
En realidad quise decir parricidio , no olvidaré que virocidio es lo más correcto aunque más bien parece de uso en America .
RépondreSupprimer. En el caso de que Matt hubiera matado a su esposa sería un uxoricidio , aprender es importante , gracias por tu atinada aportación .
Saludos
Mallarmé escribe en Brisa Marina:
RépondreSupprimerLa carne es triste, ¡ay!, y todo lo he leído.
¡Huir! ¡Huir! Presiento que en lo desconocido
de espuma y cielo, ebrios los pájaros se alejan.
Nada, ni los jardines que los ojos reflejan
sujetará este pecho, náufrago en mar abierta
¡oh, noches!, ni en mi lámpara la claridad desierta
se la virgen ......
Esta es la opinión de Roberto Bolaño:
Un bonito poema. Nabokov le habría aconsejado al traductor no mantener la rima, dar una versión en verso libre, hacer una versión feísta...¿Pero qué quiso decir Mallarmé cuando dijo que la carne es triste y que ya había leído todos los libros? ¿Que había leído hasta la saciedad y que había follado hasta la saciedad? ¿Que a partir de determinado momento toda lectura y todo acto carnal se transforman en repetición? ¿Que lo único que quedaba era viajar? ¿Que follar y leer, a la postre, resultaba aburrido, y que viajar era la única salida? Yo creo que Mallarmé está hablando de la enfermedad revestida con los trapos del aburrimiento. La imagen que Mallarmé construye sobre la enfermedad, sin embargo, es, de alguna manera, prístina: habla de la enfermedad como resignación, resignación de vivir o resignación de lo que sea.
Es decir, está hablando de derrota. Y para revertir la derrota opone vanamente la lectura y el sexo, que sospecho que para mayor gloria de Mallarmé y mayor perplejidad de Madame Mallarmé eran la misma cosa, pues de lo contrario nadie en su sano juicio puede decir que la carne es triste, así, de esa forma taxativa, que enuncia que la carne sólo es triste, que la petit morte, que en realidad no dura ni siquiera un minuto, se extiende a todos los gestos del amor, que como es bien sabido pueden durar horas y horas y hacerse interminables, en fin, que un verso semejante no desentonaría en un poeta español como Campoamor pero sí en la obra y en la biografía de Mallarmé, indisolublemente unidas, salvo en este poema, en este manifiesto cifrado, que sólo Paul Gauguin se tomó al pie de la letra, pues que se sepa Mallarmé no escuchó jamás cantar a los marineros, o si los escuchó no fue, ciertamente, a bordo de un barco con destino incierto.
Y menos aún se puede afirmar que uno ya ha leído todos los libros, pues incluso aunque los libros se acaben nunca acaba uno de leerlos todos, algo que bien sabía Mallarmé. Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz. ¿Y qué le queda a Mallarmé en este ilustre poema, cuando ya no le quedan, según él, ni ganas de leer ni ganas de follar? Pues le queda el viaje, le quedan las ganas de viajar. Y ahí está tal vez la clave del crimen. Porque si Mallarmé llega a decir que lo que queda por hacer es rezar o llorar o volverse loco, tal vez habría conseguido la coartada perfecta.
Gracias, señor Cancio. Correspondemos invitando a recibir del francés lo que cada uno pueda recibir del francés. No todo va a ser inglés. ¡Viva el portugués!, si le parece, por otra parte
SupprimerBRISE MARINE (Stéphane Mallarmé)
La chair est triste, hélas ! et j’ai lu tous les livres.
Fuir ! là-bas fuir ! Je sens que des oiseaux sont ivres
D’être parmi l’écume inconnue et les cieux !
Rien, ni les vieux jardins reflétés par les yeux
Ne retiendra ce cœur qui dans la mer se trempe
Ô nuits ! ni la clarté déserte de ma lampe
Sur le vide papier que la blancheur défend
Et ni la jeune femme allaitant son enfant.
Je partirai ! Steamer balançant ta mâture,
Lève l’ancre pour une exotique nature !
Un Ennui, désolé par les cruels espoirs,
Croit encore à l’adieu suprême des mouchoirs !
Et, peut-être, les mâts, invitant les orages
Sont-ils de ceux qu’un vent penche sur les naufrages
Perdus, sans mâts, sans mâts, ni fertiles îlots…
Mais, ô mon cœur, entends le chant des matelots !
No hay traducción que se pueda comparar con el original.
SupprimerMuchas gracias y un abrazo.