RECORRIMOS el pasado sábado en Barcelona medio barrio del Raval buscando este documental sin saber que ya estaba colgado en internet, y verlo y despertarse en nosotros el deseo de volver a oírla una vez más, fue todo uno. De oírlo, si ello fuese posible, todo a la vez, meter cuanta música hizo en una sola nota, como el ángel el agua del mar en un hoyo, tal amor nos despierta.
A lo largo de este memorable Brava Victoria se oyen a menudo las palabras "expresividad", "naturalidad", "temperamento". La propia Victoria de los Ángeles subraya como germen de su modo de cantar el instinto. Con todo, nada parece explicar el milagro que fue su voz, su timbre meridiano y, principalmente, sí, ese modo único de naturalidad, una naturalidad sin adjetivos.
Y viéndola hablar a ella de las cosas que habla cuando no canta, tan luminosa, tan vivaracha, su aspecto, su jovialidad de mujer de pueblo a la que nada puede arredrar porque es honrada, la alegría que parece sentir por todo, ella, que tuvo vida tan desdichada, viéndola hacer punto, oyéndola recordar sin sombra de resentimiento cómo su madre fregaba los suelos de la Universidad que la está haciendo doctora honoris causa, comprende uno que la música en ella fue eso: poner en paz el mundo y apagar su sed con agua limpia y fresca, esa que llevó inagotable a todas partes en un cántaro de barro, la aguadora.
Aquella familia. La madre castellana y “Rompetechos”, el bedel malagueño de la Universidad de Barcelona.
RépondreSupprimerValga el fácil y repetido juego: Una victoria de los ángeles: ¡alegría!, ya que hay tan pocas. Qué buena mujer; sí, de pueblo: bien se decía hace ya mucho tiempo. Cuando esa palabra aún no había sido tan machacada por tantos y era como un pozo fresco al que se podía bajar de vez en cuando.
Gracias por facilitar el enlace.
Creo que fue Kraus quien con desconocido sentido del humor dijo: "Esta Victoria canta como los arcángeles".
RépondreSupprimerQué mérito, además, haber tenido la valentía de sacar fuera la música genuinamente española en aquellos tenebrosos años.
Y hablando de lírica: a partir del quince de marzo se podrá ver Marina en el Teatro de la Zarzuela, con Mariola Cantarero y Celso Albelo. Promete ser interesante.
Gracias por facilitar tan hermosa y conmovedora semblanza artística y humana de Victoria de los Ángeles.
RépondreSupprimerArte purísimo que ya no le pertenece, porque es de todos: "Lo importante es la música", dice en algún momento la cantante.
Toda una declaración de principios que indica ese fondo absolutamente desinteresado y vivo propio del arte auténtico.
Mujer del pueblo, en algún momento recuerda a su padre: "un hombre con imaginación y sensibilidad, que no había aprendido la cultura de la escuela".¡Bendito pueblo cuando era todavía posible!
No puede haber un criterio más fiable en el arte que la emoción que produce. Y la voz de Victoria de los Ángeles emociona de verdad.
"Cuando cantaba, no era yo, era cada uno de los personajes que interpretaba, y eso ocurría sobre todo en algunos casos de especial sintonía con ellos", dice.
Una estrella libre hasta de sí misma, como no puede ser de otra manera. Brillando lejos, sin nombre.
Físico enternecedor. De la estatura ―tacones para disimular algo la herencia ―a los paletones (dientes de arriba) separados ―señal de mucha sensualidad, leí no sé dónde: quizá por eso hasta pueden ponerse de moda ―¿Madonna? ―¡Sylvie Vartan!, "la plus belle pour aller danser” (le premier cri de bonheur, etc.). El mundo apetecible parecía sobre todo francés. Années soixante: los mejores de Sylvie, los peores de Victoria. Sesentones, Victoria, como allá sea, salut!
RépondreSupprimerhttp://www.youtube.com/watch?v=Y4wi0r2Pl4g
"Para un cantante, la poesía es un enriquecimiento, por el simbolismo y las imágenes. Cada vez que cantas tienes que entrar en un mundo simbólico. Estás viviendo en un mundo de poesía".
RépondreSupprimerVictòria dels Àngels.
Siempre me gustó mucho la canción “El Noi de la Mare”, pero no la había oído en la voz de Victoria de los Ángeles. La estuve escuchando esta tarde y me siguió encantando la letra.
Mentre María
bressava i vestia
son ros i tendre
Fillet que no dorm,
Perque no plori
ni en terra s’enyori,
dolça li canta
dolceta cançó.
No ploris, no,
Manyaguet de la Mare,
no ploris, no,
que jo canto d’amor.
Qué li darem
en el noi de la mare?
Què li darem
que li sapiga bó?
Panses i figues
y nous i olives
panses i figues
i mel i mató.
Tampatantam.
que les figues son verdes!
Tampatantam
que ja maduraran.
Si no maduren
el día de pascua
maduraran
en el día de Ram.