EN
unas horas los periódicos del mundo se llenaron de elogios a la gente común (no confundir con "la gente normal", como hemos leído también: no hay gente normal, cada cual es una excepción) y a
aquell*s que, desde la literatura, se acercan a sus vidas. La vida es
inagotable, nos recuerdan, porque está llena de esas gentes que aunque son
comunes aspiran a la felicidad, de lo que no se avergüenzan en un siglo en el que han visto tantas veces ponderar el mal y la desdicha, sólo por fotogénicos. Y si inagotable es
la vida, inagotable y fascinante es la literatura que habla de esos seres
irrepetibles como las combinaciones de un calidoscopio, pero también tan rotos como los vidrios que giran en él.
En
unas horas los periódicos del mundo se llenaron igualmente de elogios a la
vida común, la que vivimos la mayor parte de nosotros. Que se llame la atención
sobre la literatura que se ocupa de esas vidas vuelve a ser el triunfo de la
vida, como valor supremo, y de la literatura como encantamiento del mundo.
Las Viñas. Calleja, 29 de julio de 2013 |
Acabo de leer un relato de Alice Munro en el Pais , genial . La literatura no solo es mágica sino te hace ser más listo , imprescindible para que no te pille la marea .
RépondreSupprimerUn homenaje bonito y discreto a Alice Munro, imagino. Qué gran señora. Es una cosa extraña la de la concesión del Nobel. Tendría que darnos igual pero es difícil no sentir un pequeño orgullo. Supongo que nos alegramos cuando es un escritor que nos gusta, como nos da igual si es alguien que nos cae mal o nos resulta indiferente. A la vez, da la impresión de que se haya roto una cierta intimidad, un secreto desvelado al lector (es la sensación que siempre tengo al leer sus relatos). La fotografía de la entrada es muy Munro también, podría ser Canadá como es Extremadura.
RépondreSupprimerViva la gente simple y normalucha. Vivan los hombres y mujeres del montón. Ellos son la salvación del mundo, si toman el poder (y gracias a Internet eso parece más posible que nunca).
RépondreSupprimerEn cambio, los caudillos, los savapatrias, los santones, los carismáticos (los que aparecen en los libros de Historia: los Napoleones, los Sabinos, los Hítleres, los Stálines...) sólo han traído desgracias y sufrimiento a la humanidad.
¡¡¡ VIVA LA GENTE NORMAL Y CORRIENTE !!!
ALCORNOCOSA. La literatura pudiera ser a la vida lo que a esos alcornoques su corteza.
RépondreSupprimer(La gente común –el pueblo que se decía antes, córcholis– nos legó el estupendo nombre de LAS ALCORNOCOSAS para un pago con mucho alcornocal de Sierra Morena por la provincia de Córdoba.)