HA querido la casualidad que cuando saltó la noticia a los periódicos, estuviese uno leyendo el episodio de don Quijote y el bandido Roque Guinart, que lo tiene preso. Allí ve Sancho con qué ecuanimidad se procede al reparto de sus rapiñas, lo que le hace decir:
"Según lo que aquí he visto, es tan buena la justicia, que es necesario que se use aun entre los mismos ladrones". Oído esto por uno de los secuaces, a punto estuvo de abrirle la cabeza al escudero.
Viene esto a cuento de lo que viene a cuento, a saber, que los primeros en despreciar la justicia suelen ser los que más la reclaman, si les conviene.
Hace dos años, se publicó en el Magazine este artículo, dedicado a Maite Pagarzaurtundua, que acaso, leído con el de ayer, está bien recordarlo ahora. Y aún buscará uno otro en el que se hablaba de los aurrescus y chistus y chirimías con los que sueñan ser recibidos tantos que no sólo no han lavado sus manos de la sangre de las víctimas, sino que se las pasean por la cara con arrogancia.
Y aunque haya de acatarse esta sentencia, como se ha repetido desde tantos sitios ayer, no por ello sienten muchos hoy que los jueces han pensado más en las leyes que en la justicia.
LO CARO Y LO BARATO
“Sortu”, nombre que ha adoptado el nuevo partido “abertzale”, significa en euskera “nacer,” y en sentido figurado “amanecer”, y por eso el emblema escogido (medio huevo frito rampante en campo de oro) hace pensar en el cara al sol. Como imagen esta bien, porque recuerda la larguísima y muy tenebrosa noche de estos últimos cuarenta años, continuación de los otros cuarenta de Falange Española y de las Jons.
El misterio está ahora en saber si tanto terror les saldrá barato, como decía Maite Pagazaurtundua. Pero la parte buena, es, sin embargo, más que evidente. Para empezar, esas mismas declaraciones le habrían salido carísimas a su autora en otra época . ¿Quiere decir ello que hoy no corre peligro? No exactamente. Eta sólo ha declarado una tregua, pero podrían romperla en cualquier momento como han hecho otras veces (seguro que tienen todavía a confidentes apuntando las cosas en una libreta), y conviene no olvidar que en el País Vasco sigue habiendo dos mil personas que no pueden salir a la calle sin escolta, entre ellas la propia Maite Pagaza.
Creo que la metáfora utilizada por ella (barato, caro), nos da pie para extremarla un poco. Como quizá sepan algunos lectores de esta página, lleva uno más de treinta años yendo al Rastro cada semana, y al cabo de tanto tiempo creo que he aprendido algo sobre lo caro y lo barato, y las leyes por las que se rigen esas nociones tan aleatorias, no siempre atenidas a la oferta y la demanda, como se supone. Dichas leyes se aplican conforme a un código no escrito que recibe el nombre de regateo. Es difícil regatear bien porque el regateo es un cúmulo de actitudes y estrategias no escritas: regatear bien significa, a la postre, que queden satisfechas ambas partes, mintiéndose tal vez, pero sin engañarse y sin perder la dignidad por ello.
Es evidente que el mundo de Eta se ha lanzado al que considera el regateo final. Pero no han empezado con buen pie. Los promotores de ese nuevo partido, que han condenado el terrorismo futuro (lo que no deja de ser un brindis al sol, un “chau-chau”, que es como se le llama a la cháchara en la jerga de aljabibes, zarracatines y regatones), no han querido condenar el pasado, mucho más sustanciado que el otro (casi mil asesinados). Pongamos este ejemplo: es como si se ofrece dos céntimos a quien acaba de pedirnos dos mil euros. Por eso las víctimas han dicho ya que se les está faltando al respeto. Claro que los terroristas llevan su propia estrategia y no lo hacen a humo de pajas: nos están diciendo que aún conservan esas libretas con el nombre de otros muchos, por si tuviesen que volver a hacer un repaso. Tienen otras fantasías también, como hacerse pasar en el regateo por nobles gudaris que han sostenido con el Estado una guerra que ha quedado en tablas ( “ni para ti ni para mí”, “te lo doy en lo que me costó”, para usar otras frases rastreras) o cambalachear armas por presos, eufemismo empleado para decir presos por muertos futuros. Y claro, de ese modo vuelven a faltarle al respeto a las víctimas del pasado. En fin, tal como yo lo veo, creo que los abertzales confían en que el Estado y la sociedad se cansen del regateo (regatear puede llegar a ser extenuante), y que al final la cosa les salga no ya barata, sino gratis.
No me alegro de la noticia que acabamos de conocer. Pero, dicho esto, quisiera recordar que hay quien ha hablado de "impunidad". La etarra reclamante lleva, según leo, 26 años en la cárcel. Llamar a eso "impunidad" parece algo exagerado. Y, por otra parte, y de acuerdo con la Constitución vigente, nadie puede estar más de 30 años en ella; al excarcelarla ahora se ahorrará, por tanto, 4 años. ¿La "impunidad" que suponen 26 años dejaría de serlo con otros cuatro? ¿Por qué, entonces, veintiséis, como en el viejo tango, no son nada, pero los otros cuatro lo son todo? ¿O acaso cuando, dentro de 4 años, tocase excarcelarla de todas formas, seguiría "impune"? Y, en este caso, ¿qué castigo podría imponérsele para evitarlo? Yo comprendo la frustración y hasta la rabia de algunos, empezando por los familiares y amigos de los asesinados; pero no es con frustración y rabia como se resuelven las cosas (o no sólo con ellas, al menos, ni seguramente poniéndolas en primer lugar). Por eso planteo esas preguntas, que como se observará no contesto; me limito a plantearlas.
RépondreSupprimerUna puntualización al hilo del anterior comentario. La Constitución no fija un límite concreto (ni 30 años ni ningún otro) para las penas privativas de libertad. Sólo dice que éstas deben orientarse a la reinserción y rehabilitación social. Por eso el debate sobre la cadena perpetua es posible dentro de la vigente Constitución, siempre que no se excluya la liberación del preso una vez que éste muestre arrepentimiento y disposición a no reincidir.
RépondreSupprimerEn el caso de los presos de Eta el arrepentimiento no supondría en modo alguno tener que abjurar de sus postulados políticos, sino del uso del asesinato como medio para conseguirlos.
Y en fin, la gran chapuza originaria es (una vez más) de nuestros políticos, que no reformaron en su momento el tope de 30 años para el cómputo de los beneficios penitenciarios fijados en (mira por dónde) el Código Penal del tardofranquismo. Ahora echan la culpa a los tribunales, pero la responsabilidad es de ellos: de los de siempre.
Es curioso, pensaba encontrar estos comentarios llenos de exabruptos y brutalidades, y es justo lo contrario. Estoy muy de acuerdo tanto con este comentario como con el anterior (también con el que hay más abajo sobre la correspondencia entre el número de asesinatos y la pena). Son reflexiones muy válidas sobre la aplicación de la norma y sobre el Estado de Derecho (no sobre lo horrible de los crímenes ni el asco que producen los asesinos, creo que en eso coincidimos todos). También muy de acuerdo en que uno de los problemas de base era el código penal franquista, que aplicaba como castigo a crímenes similares la pena de muerte y que se quedó ‘cojo’ una vez se eliminó ésta. La sentencia del TEDH es clara en este sentido: ‘señores, si su código no respetaba la proporcionalidad en la pena y tardaron más de veinte años en cambiarlo, no nos pidan ahora que apliquemos esa proporcionalidad con efecto retroactivo para solucionar el entuerto’. El resto es aplicación del 'in dubio pro reo': en caso de duda, a favor del acusado.
SupprimerLo importante en la situación actual, más allá del debilitamiento de ETA, es el reconocimiento del crimen cometido y del gran daño causado, que para eso está la ley (me viene a la cabeza Grecia por encontrarse en la situación contraria, con otro ‘Amanecer’, el de la extrema derecha, con cada vez mayor apoyo social e impunidad absoluta en sus atentados).
Hacemos el indio pero de serlo nos cuidamos bastante todavía. No así Perumal. “Une mort presque anonyme, presque anodine” (Benjamin Barthe). A jugar con las palabras, los balones… lo que sea, hay que distraerse. La impunidad de la muerte de Perumal sí que está perfectamente garantizada. Pero como él no hizo el indio sino que lo fue, no tengamos pena: ya nos ha perdonado a todos.
RépondreSupprimer“Le dossier noir du Qatar” en “Le Monde” de hace unos días. En una de las fotos del reportaje unos obreros que por los 8 o 10 metros de altura de la estatua parecen diminutos, acaban, viva el arte, la instalación de… Veamos el pie de la foto: “Sur la corniche de Doha, des travailleurs au pied du ‘Coup de tête de Zidane’, oeuvre du plasticien Adel Abdessemed”: un futbolista francés de 10 metros dándole un cabezazo en el pecho a otro italiano igual de alto. ¿De verdad todo esto está pasando?
« “milliers d'esclaves centaines d'ouvriers asiatiques sont déjà morts, neuf ans avant le Mondial de football
“En supposant que le taux de mortalité ne faiblira pas d'ici à 2022 et en tenant compte des 1,5 million de travailleurs attendus en renfort dans le pays, ils ont conclu qu'au moins 4 000 immigrés paieront de leur vie le Mondial qatari.
“vie de forçat de ces ouvriers indiens, népalais ou bangladais, chaque année, plusieurs centaines d'entre eux meurent par accident ou d'épuisement.
“Sus compañeros de agotamiento no recuerdan su nombre, solo su apellido: Perumal, que tenía unos cuarenta años y que procedía del sur de la India. En junio el hombre había desembarcado en un insalubre local que servía de dormitorio colectivo; en Al-Khor, una población de Qatar barrida por el viento del desierto. Once horas diarias de trabajo a las espaldas todo el verano seis días a la semana en una de las obras que proliferan en el emirato desde que se le confió la organización de la Copa del mundo de 2022. “Nuestro empleador había rechazado concedernos la pausa que establece la ley entre las 11,30 y las 15, en los meses más calurosos del año”, cuando la temperatura puede alcanzar los 50º C, atestigua un compañero.
“Pilier de la vie économique du Qatar, le pays doté du PIB par habitant le plus élevé au monde (110 000 dollars par an), la règle du sponsor (“kafala” en arabe) interdit à tous les employés étrangers, y compris les Occidentaux, de rompre leur contrat sans l'aval d'un tuteur qui est souvent leur patron. En dépit de ces contraintes, qui confinent au travail forcé, Perumal se cramponnait aux rêves ordinaires des petites mains de la péninsule Arabique : faire vivre la famille restée au pays, revenir dans trois ou quatre ans avec un pécule suffisant pour marier une fille ou construire une maison.
“(…) Un día de mediados de septiembre, de vuelta del trabajo sus camaradas lo descubrieron postrado en la cama. “Por la mañana se había quejado de fiebre renunciando a coger el autobús”, según el conductor responsable del transporte de los obreros hasta la obra. “Luego lo llevé al hospital donde le dieron una pastilla, volví au camp et je suis reparti. Quand nous sommes revenus le soir, il était mort, foudroyé par une crise cardiaque. Une ambulance est venue le chercher et nous n'avons plus entendu parler de lui”.
" Comment expliquer que tous les trois jours un Népalais meure d'une crise cardiaque alors que la plupart d'entre eux sont âgés d'une vingtaine d'années ? ", s'interroge Sagar Nepal, l'un des chefs de cette communauté, sur un ton faussement candide. »
Sí, la impunidad de la muerte del obrero indio, mantenida como efecto colateral y coyuntural de un sistema radicalmente errado y enfermo. Y la impunidad de tantas otras muertes no contempladas por la justicia.
Supprimer¿Por qué estratificamos la impunidades? ¿Por qué gastar tanta energía en defender lo "propio"?
La obstinación contra las resoluciones judiciales, ¿no será una forma triste de sacar a flote el ancestral deseo de venganza? Y la venganza, ¿deja espacio para el perdón?
Bien; si en efecto AS tiene razón y no es la Constitución sino el Código Penal quien fija ese límite, estaríamos de hecho en las mismas. ¿Es dicho límite necesariamente un error? Eso puede discutirse. (En Noruega, por ejemplo, es de 21 años, lo que ha producido no poca polémica con el reciente caso de Breivik. Y recuerdo que ningún etarra es numéricamente culpable, ni de lejos, de una atrocidad como la suya: 77 muertos en total).
RépondreSupprimerLo que sí está claro es que, dado que una ley que sea perjudicial para el reo no puede aplicarse nunca retroactivamente, si dicho límite se cambiase ahora, incluso con la introducción de la cadena perpetua, eso sólo podría afectar a los delitos que a partir de esa aprobación se cometieran, pero nunca a los anteriores. O sea, que la etarra reclamante y los que a partir de ahora se acojan a la sentencia seguirían saliendo de la cárcel de acuerdo con ella; eso no puede cambiarse.
A lo que no le veo yo mucho sentido es a ese extraño cálculo de cuántos años de prisión salen por cada víctima: en cuanto la cifra de víctimas producidas sea suficientemente alta, la cantidad de años por víctima tendrá que ser pequeña necesariamente, puesto que si hay un límite por ejemplo de 30 años, es imposible otra cosa; y si no hay ninguno, razones puramente biológicas impedirán que un condenado por la muerte de, digamos, 30 personas, cumpla por cada uno de esos casos una pena muy alta, ya que se moriría antes.
La gran pregunta, a mi modo de ver, es si la pena de cárcel ha de regirse por esos criterios; es decir, ser ante todo o exclusivamente un pago por el delito, ya que eso nos conduce a la cuestión de cuántos años de cárcel vale una vida humana. Cuestión que yo no creo que tenga respuesta; no son, a mi entender, cosas equiparables.
«TANTAS ÍNTIMAS CATÁSTROFES / Esta calamidad general nos recuerda un 21 de octubre de hace un siglo, un día en la vida de Franz Kafka». Vila-Matas más diarista hoy anotando en su café algo también almanaquero
RépondreSupprimer«Ayer se cumplieron 100 años del 21 de octubre de 1913. Ese día, Franz Kafka consideró que lo había desperdiciado. Llegó a su casa a las diez de la noche y anotó: “Día perdido. Visita a la fábrica de Ringhoffer, seminario de Ehrenfels, luego en casa de Weltsch, cena, paseo, y ahora, a las diez aquí. Pienso continuamente en el escarabajo negro, pero no escribiré.” (…) “He ido al cine. He llorado. Una película triste. Después, una alegre. Estoy completamente vacío y falto de sentido, el tranvía eléctrico que pasa tiene más sentido vivo que yo.”» (20 de noviembre de 1913. El bueno de FK. Ya bien descansado de hombres, accidentes del trabajo, siglos y tranvías.)
http://cultura.elpais.com/cultura/2013/10/21/actualidad/1382373620_968194.html
Los de ETA no creo vuelvan a matar en cambio hay otros asesinos en serie que sabemos van a reincidir . En casos claros y confesos soy partidario de la pena de muerte para cualquier asesinato y cadena perpetua para corruptos y delincuentes sexuales .
RépondreSupprimerAmanecer Dorado , con esa disculpa los cobardes se apuntan al carro de los violentos ( que suelen ser independentistas con curriculos delictivos de guante blanco y a veces negro ) que prometen el oro , el moro y un puesto como esclavo para los que no presenten una genealogía lugareña.
Si se lee la sentencia directamente siente uno algo de vergüenza patriótica: ¿Cómo pueden los jueces españoles haber intentado semejante tontería?
RépondreSupprimerLa demandante había recibido su condena y, con ella la ordinaria liquidación en la que le indicaban los años de cumplimiento efectivo y la normativa relativa a beneficios penitenciarios sobre la misma. Punto.
La sentencia va exponiendo de un modo lógico y desapasionado los artículos de las leyes españolas y sus modificaciones que hacen al caso y la conclusión es palmaria, como la práctica unanimidad de la decisión de los jueces europeos.
La ley de Franco (¡de Franco!) a la que se acogen legalmente los miembros de la mafia abertzale y otros criminales sin bandera permaneció vigente durante décadas porque los españoles somos muy buenos. En nuestras leyes la condena no es castigo sino únicamente y de forma explícita, pedagogía. La idea de la cadena perpetua sirve de pim-pam-pum periodístico en cuantro un ministro se atreve a asomarla por el Bululú legislativo.
Perico compró una casa. Ofreció un precio, que el vendedor tuvo que aceptar. Firmado el contrato, pagado el dinero en los plazos marcados, el precio de la vivienda cayó a la mitad.Ahora Perico reclama que le devuelvan el dinero y el juez rechaza su petición...¡Qué escándalo moral!
Si se mata a un ser humano es un asesinato, si se mata a un millón es una estadística (Stalin). Cuando decimos que ETA ha asesinado a mil personas convertimos en número el dolor de las víctimas y las desposeemos de su capacidad de duelo. La ley debe ser igual para todos los asesinos, si hay diferencias convertiremos los asesinatos en estadísticas.
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