4 novembre 2013

De qué estamos hablando (y 2)

DECÍAMOS la semana pasada: a pesar de la censura y el régimen franquista, las artes alcanzaron en este país un grado de excelencia en absoluto inferior al que se había alcanzado en tiempos de la República o el que alcanzaría, en algunos casos, después, en esta democracia. Y recordábamos al fotógrafo Català Roca. De él se puede ver ahora en Madrid una memorable exposición de todo su trabajo, principalmente sus veinticinco primeros años,  transcurridos en pleno franquismo. Debería itinerar por todas las ciudades y pueblos españoles, pues en pocas obras se podrá ver mejor lo que fue España y lo que fue Cataluña, recordándonos lo que somos en lo que fuimos. Para muchos, el gran Català Roca fue ese, en blanco y negro. Su trabajo se publicó en guías, periódicos y revistas que tenían que pasar por la censura y si hubo fotos que no la pasaron, debieron de ser pocas y poco significativas, y las que hizo después, cuando pudo disfrutar de libertad de prensa y del color, no son más hondas que aquellas.

El caso de Català Roca fue el de muchos otros escritores, pintores, cineastas. Berlanga no hizo después de 1975 mejores películas que las que había hecho antes. Lo sucedido con el arte fue aún más extraño. Si los poetas y novelistas del exilio estaban nimbados por la aureola romántica de las buenas causas perdidas y el prestigio intelectual, los pintores y artistas de exilio, realistas en su mayor parte, se eclipsaron por completo ante los  que se quedaron en España repartiéndose la abstracción, la modernidad y las bienales que pagaba generosamente el Régimen. Vayan al Reina Sofía: comprobarán que los artistas que hicieron su agosto en el franquismo, siguen hoy dueños del cotarro, al contrario que los del exilio, enterrados en una cuneta de la historia.  El caso de los publicitados escritores del boom, los vargasllosa, donoso, fuentes, garcíamárquez y demás, es aún más raro. Al fin y al cabo los que les había tocado nacer aquí, como Català o Berlanga o Buero, ¿qué podían a hacer, sino quedarse y trabajar como podían? Pero esos escritores latinoamericanos... No se entiende bien qué vinieron a hacer a un país con una dictadura como la franquista, huyendo como venían algunos de ellos de sus propias dictaduras. Hicieron de España, como si dijéramos, su dictadura de adopción, y en ella editaron sus libros, montaron sus conciliábulos y bebieron sus whiskies sin mayores dificultades, todo lo cual no quita para que en aquella España la policía torturara, no hubiese libertades y el país oficial, la justicia, las bienales, los periódicos, el ejército, el sindicato dieran ganas de vomitar.

Català Roca nos cuenta en voz baja y por dentro lo que fue aquella España, indiscernible de lo que era Cataluña, para bien y para mal. La voz baja es propia de los grandes artistas y una realidad sin banderas es siempre más hospitalaria. A la gesticulación, a las banderas y a los gritos sólo recurren los demagogos y los que llevan entre manos una estafa famosa. Català Roca, acabamos de verlo en esta exposición, parece decir: “Lo que sufre, sufre menos si se sufre juntos”. El franquismo no pudo o no supo o no quiso impedir que lo dijera y a nosotros nos gusta recordarlo así, recordarnos así, como él nos vio: en blanco y negro. En blanco y negro todos nos parecemos más.
    [Publicado en el Magazine de La Vanguardia el 3 de noviembre de 2013]

7 commentaires:

  1. SILVIO SALVATICO4 novembre 2013 à 00:43

    El gran director español ha sido Buñuel que con mucho menos presupuesto hizo mejores películas que Berlanga y es reconocido en todo el mundo .
    A los escritores americanos les trajeron las editoriales porque eran mucho mejor que los españoles , pero igual trajeron rusos que hablaban del gulag que americanos y gracias a ellos se suscito una afición que supuso la profesionalización de los escritores .
    Hay gente que se creen escriben como Vargas o Borges pero no dejan de ser Fantoches , no los hay .
    Eso sí voy a leer la biografía de Buñuel ( con audio ) de Max Aub y no olvidemos que el arte español del siglo 20 que interesa en el mundo es el surrealismo , el modernismo español y las novelas costumbristas interesan de boquilla pero no lo lee ni el Tato.

    RépondreSupprimer
  2. Si uno ve las fotografías de Catalá-Roca y lee "El Jarama" se dará cuenta que son muy parecidas, el arte, el auténtico se hace bajo dictaduras (véase los escritores rusos bajo el estalinismo) y con las democracias, lo excepcional es el autor, el que lo hace u como lo hace y en este caso no hay duda

    RépondreSupprimer
    Réponses
    1. Uno de los“pensamientos en una estación seca” de GERALD BRENAN (Plaza & Janés, 1985).

      “Los poetas son como muñecos a los que hay que dar un buen pellizco para hacerles soltar un alarido. Un asunto amoroso que se tuerce, una dosis de sífilis o tuberculosis, la muerte de un ser querido… Incluso el pecado, esa vieja dinamo, perdió mucho de su poder cuando dejamos de creer en el infierno. Un Estado al que le interesara la poesía encarcelaría a sus poetas y los mantedría así mientras no preparasen un buen libro de versos.”

      Pues venga... Hay que ver cómo somos.

      Supprimer
  3. ...Y Bardem con "Muerte de un ciclista", por ejemplo.

    RépondreSupprimer
  4. Umbral habla de los exiliados en varios de sus libros.Habla de una escritura que se había quedado de cretona, desfasada en el tiempo y desubicada. Algunos venian con la aureola de legendarios y cada uno de ellos intentó enmendar el sitio de los que con gran labor capearon o sustentaron al regimen . Hubo algunos memorables episodios del tema que Umbral contó magnificamente.

    RépondreSupprimer
  5. Sí y el puente de Bardem con un gran Alfredo Landa . Berlanga es un grande pero tiene un surrealismo con trazas de sainete al igual que Alex ( alternadas con grandes películas ) . Buñuel es la esencia del surrealismo y Cuerda ha seguido ese camino de forma más fidedigna . Cierto que Buñuel trabajaba con Aub, Larrea , Luis Alcoriza , los mejores estaban fuera . Muchos se creen que " la venganza de don Mendo " es surrealismo cuando en realidad se trata de una astracanada o españolada ; los surrealistas siempre van contra el sistema por ser portadores la verdad con arte . Para ejemplo vean lo sucedido con Bansky en Nueva York .
    El Quijote es surrealismo como la poesía ( aunque la hay tan retocada que a veces parece supeditada a un intento de perfeccionismo ) . Umbral creó afición que es el gran déficit de la literatura española , una afición bragada exigiría una literatura con autenticidad y los escritores tendrían más libertad para escribir al margen editorial . Que repugnante resulta ver a J.M.Aznar presentando un libro , las editoriales se pliegan al mal y son lacayos del capitalismo .

    RépondreSupprimer
  6. No deja de ser sintomático e invita a la reflexión que a estas alturas un intelectual escriba dos columnas sucesivas sintiéndose obligado a impedir cierta tergiversación de la historia en que tan fácilmente se incurre. Cualquier día AT desengañará igualmente a todos los que creen que la bandera, el himno y el catolicismo, por poner sonoros ejemplos, proceden de la siniestra factoría franquista. Qué gran error colectivo inculpar a ciertos protagonistas del pasado para justificar las aberraciones del presente de las que solo nuestra generación es responsable. Por eso no nos deberá extrañar que haya miles de españoles esperando que termine la crisis para volver a practicar las mismas equivocaciones que antes de abrirse el paréntesis. Lo malo es que la cruel premonición va a ser un acierto.

    RépondreSupprimer